viernes, 6 de febrero de 2015

Estrategias de aprendizaje efectivas para orientar los procesos de enseñanza y de aprendizaje con niños de 5 a 11 años de edad

Jorge Enrique Ramírez Peñuela
Aura Natalia Pineda Sáenz

En el texto escrito por Zanon y Hernández titulado “La enseñanza de la comunicación en la clase de español” se afirma que:
Si intentamos «enseñar» a nuestros alumnos a comunicarse en español en situaciones como la descrita no bastará con exponerles a las formas correctas y apropiadas pragmáticamente. Es decir, no bastará con que dominen los contenidos de comunicación, sino que deberán tener la oportunidad de aplicar sobre esos contenidos los procesos «reales» que los convierten en verdaderamente comunicativos. Es decir, en nuestro ejemplo, trasladar la situación de comunicación «pedir y dar información sobre ubicación de lugares» al aula implicaría reproducir los procesos descritos en forma de actividad didáctica.”[1]
El reconocimiento de esta afirmación en los procesos de enseñanza y de aprendizaje de la lengua española como lengua extranjera o segunda lengua con niños de 5 a 11 años de edad, nos lleva a reconocer la importancia de la aplicación y uso efectivo de estrategias de aprendizaje en el aula de clases, que no solo den cuenta del desarrollo de habilidades de “pensamientos especiales o comportamientos que los individuos usan para ayudarse a comprender, aprender o retener nueva información” (O’Malley y Chamot, 1990) sino también de las capacidades y destrezas del estudiante para para aprender a aprender de modo que pueda hacerlo sin la ayuda del docente en cualquier momento, espacio y tiempo de su desarrollo humano.
Con el objeto de precisar cuáles son algunas de las estrategias de aprendizaje más efectivas para desarrollar un proceso de enseñanza y de aprendizaje en L2 / LE que le permita a los niños el dominio de la competencia comunicativa en el idioma que se adquiere o aprende es necesario reconocer sus procesos de desarrollo humano.
Durante este periodo de su vida los niños entre 5 y 11 de edad se encuentran en la etapa de las operaciones concretas. Ahora piensan de manera más lógica que antes porque pueden consideran múltiples aspectos de una situación, es decir, son más competentes para realizar tareas que requieran una mejor comprensión del objeto del conocimiento o la realidad por descubrir y/o describir. Sin embargo, su razonamiento principalmente está limitado a pensar en situaciones reales del aquí y el ahora. En consecuencia, su proceso de aprendizaje de una LE es visto como una experiencia cultural, como “un proceso que partiendo de lo externo, del medio como fuente proveedora, se realiza por y en el individuo atendiendo a sus necesidades y a través de la actividad y comunicación propias y de los otros como portadores estos últimos, de toda la riqueza individual y social.” (Febles 1999:217).
Desde el punto de vista psicosocial, los niños están aprendiendo a planificar con antelación y a evaluar lo que hacen. Además de empezar a forjar su auto concepto personal, a desarrollar una auto imagen personal de sí mismos frente a la sociedad que les rodea. Es por ello que tanto madres y padres de familia como docentes deben ayudar en la formación positiva de dicha auto imagen, ya que no sólo les crea una buena autoestima sino que también les ayuda a ser confiados, curiosos e independientes, a confiar en sus propias ideas, a iniciar retos o actividades nuevas con confianza, a sentirse orgullosos de su trabajo.
En cuanto a su desarrollo lingüístico los niños, por causa del ambiente de formación escolar, desarrollan su competencia sintáctica mediante la adquisición de las estructuras más complejas del lenguaje, por ejemplo, el dominio categorías gramaticales como el aspecto y modo de los verbos; se incrementa su vocabulario y se logra el dominio de una competencia gramatical adecuada al uso convencional de tal modo que puedan iniciarse en los procesos de construcción de textos amplios y coherentes, y de comprensión lectora.
En vista de que se reconocen tales condiciones de desarrollo humano el docente puede usar recursos tales como libros, películas, materiales interactivos con la finalidad de que el alumno pueda llevar a cabo las acciones específicas “para que el aprendizaje resulte fácil, ameno, autodirigido, efectivo y transferible a nuevas situaciones.” (Rebecca Oxford, 1990). Razón por la cual se tiene que permitir a los niños identificar el contexto sociocultural que les rodea e interactuar con el docente y sus compañeros de clases, de manera que asimile, acomode y adapte en sus estructuras cognitivas el conocimiento que ha construido como resultado de un proceso dinámico de cooperación entre los sujetos que intervienen en los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
De ahí que, el profesor busque desarrollar de procesos pedagógicos orientados hacia la acción. En efecto, y expresándolo en términos vigostkyanos, el empleo de estrategias de aprendizaje con sujetos que viven la niñez intermedia apuntan al descubrimiento y estimulación de la zona de desarrollo potencial en cada estudiante, destacando que el sujeto no se limita a responder estímulos sino que actúa sobre ellos. Por lo cual, a los niños se les deben presentar actividades propias de escenarios sociales y culturales reales, para que la lengua pase a ser una herramienta que le permite el desarrollo de ideas y pensamientos.
Ahora bien, en lo que respecta al proceso de adquisición de un segundo idioma Tabors y Snow (1994) describieron una secuencia de desarrollo de cuatro etapas en los pequeños que aprenden el idioma después de los tres años, a saber:
1. Uso de la lengua en el hogar. Cuando un niño ha logrado un nivel de competencia lingüística en un idioma y se introduce en un entorno donde todo el mundo está hablando un idioma diferente, por ejemplo, un estudiante de idioma inglés al entrar en un aula de preescolar donde el inglés es la lengua única o dominante (en el proceso de enseñanza y aprendizaje), él seguirá hablando con frecuencia su lengua materna, aunque los demás no le entiendan. Este período puede ser corto o en algunos casos, el niño va a persistir en el intento de conseguir que los demás le entiendan durante algunos meses.
2. Período no verbal o de silencio. Cuando los niños se dan cuenta de que hablar su lengua materna no funcionará, entran en un período en el que rara vez hablan y utilizan medios no verbales para comunicarse. Este es un período activo para el aprendizaje de idiomas por parte del niño; él está ocupado en la comprensión de las características, los sonidos y las palabras del nuevo idioma (lenguaje receptivo), sin embargo no usa la información verbal del nuevo idioma para comunicarse. Esta es una etapa muy importante en el aprendizaje de una segunda lengua, que también puede durar mucho tiempo o ser breve. Cualquier evaluación del proceso de enseñanza y de aprendizaje de un idioma realizada durante esta etapa de desarrollo puede dar lugar a información engañosa que subestime la verdadera capacidad lingüística del niño.
3. Habla telegráfica y en fórmula. El niño ya está listo para comenzar a utilizar el nuevo idioma, y lo hace a través del habla telegráfica que implica el uso de fórmulas. Esta situación es similar al proceso de aprendizaje de L1 de un niño monolingüe que está aprendiendo palabras o frases (palabras de contenido) para expresar pensamientos enteros sencillos. Por ejemplo, un niño puede decir: "me down (yo abajo)", indicando que quiere ir abajo. El uso de fórmulas en el discurso se refiere a trozos no analizados de palabras o incluso a veces sílabas agrupadas que son repeticiones de lo que el niño ha escuchado. Por ejemplo, Tabors (1997) reporta que los estudiantes del idioma inglés en el preescolar utilizan con frecuencia la frase "Lookit" para involucrar a otros en sus juegos. Estas son las frases que los niños habían escuchado de otros que les ayudaron a lograr sus objetivos sociales, a pesar de que los niños probablemente no conocen el significado de las dos palabras.
4. Uso productivo del Idioma. Ahora el niño está empezando a ir más allá de los enunciados telegráficos o fórmulas lingüísticas para crear sus propias frases y pensamientos. Inicialmente, el niño puede usar patrones gramaticales muy simples, como "Yo quiero jugar", pero con el tiempo va a ganar control sobre la estructura y el vocabulario de la nueva lengua. Los errores en el uso del lenguaje son comunes durante este período ya que los niños están experimentando con el aprendizaje de las reglas y estructuras del nuevo idioma.[2]
Por consiguiente, y con base en el conocimiento de las condiciones de desarrollo humano y de adquisición de una segunda lengua, se puede afirmar que algunas estrategias pertinentes para que los niños entre 6 y 12 años de edad demuestren el dominio de una competencia comunicativa en L2 / LE, son:
·         El modelo de estrategias de aprendizaje propuesto por O’Malley y Chamot (1990) quienes diseñaron un programa específico de aprendizaje de estrategias. Éstas se dividen en tres tipos: (1) metacognitivas (planificación, reflexión, monitoreo y evaluación del desarrollo del aprendizaje), (2) cognitivas (tareas específicas, manipulación física o mental del material de aprendizaje, aplicación de una técnica específica a una tarea específica como repetición, traducción, agrupación de elementos, toma de notas, etc.) y (3) socio-afectivas (actividades de mediación para favorecer el aprendizaje, como el aprendizaje cooperativo y la formulación de preguntas aclaratorias). Estas estrategias parecen muy acertadas para un trabajo con niños, ya que ellos requieren de un seguimiento, apoyo y acompañamiento constante.
·         El modelo de estrategias de aprendizaje propuesto por Weinstein y Mayer. Ellos definen las estrategias de aprendizaje como “conductas y pensamientos que un aprendiz utiliza durante el aprendizaje con la intención de influir en su proceso de codificación.” (Weinstein y Mayer, 1986: 315). Por eso distinguen tres clases de estrategias de repetición, ensayo o recitación (atención y codificación de la memoria), estrategias de elaboración (conexión entre información nueva y la previa) y estrategias de organización (seleccionar información para fomentar análisis, síntesis e inferencia).
·         El modelo de estrategias propuesto por Rebecca Oxford (1990), cuyo trabajo sobre estrategias es el más conocido entre los profesores de lenguas. Ella divide las estrategias en dos tipos: directas e indirectas, las cuales subdivide a su vez. Las estrategias directas están integradas por las estrategias: compensatorias, cognitivas y de memorización. Mientras que las estrategias indirectas están constituidas por las estrategias: afectivas, sociales y metacognitivas. Algunos ejemplos de la aplicación de dichas estrategias son:
(1) Estrategia cognitiva: practicar la lectura de cuentos infantiles, creación de un final diferente, cambio del espacio y tiempo en que suceden las acciones, convertir el texto narrativo en un texto dramático para su representación. La incorporación de este tipo de textos narrativos no solo en el aula de clase sino también el hogar es muy importante porque:
1.     “El cuento es una de las bases para el desarrollo intelectual del niño, al contarle una historia podemos lograr que entienda las cosas con más rapidez, que su cerebro trabaje con mayor certeza.
2.     El escuchar cuentos hace a los niños más reflexivos, ya que en éstos siempre encontraremos un mensaje que los lleve a comprender la forma en que deben actuar y comportarse, a saber distinguir entre lo bueno y lo malo.
3.     Le ayuda a combatir sus propios temores. En muchos de los cuentos el niño se puede identificar con las emociones de los protagonistas, y el conocer el desenlace y lo que le va ocurriendo a lo largo de la historia, supone tener argumentos para afrontar sus propios miedos, con una sensación de mayor control.
4.     Se estimula su memoria y sus ganas de expresarse.
5.     Amplían su sensibilidad.
6.     Desarrolla y amplían las capacidades de percepción y comprensión del niño.”[3]
(2) Estrategia cognitiva: recibir y enviar mensajes. Sobre la base de los procesos de análisis, interpretación y comprensión del texto leído se pueden motivar a los estudiantes para que escriban correos electrónicos a personas de su familia relatando los significados personales que han construido sobre la base de sus saberes personales, lo que comunica el texto y su autor y las vivencias del contexto. Para aquellos que no encuentran satisfacción en el desarrollo de su inteligencia lingüística se les puede permitir realizar un dibujo (inteligencia espacial) que luego explicarán a sus compañeros o escribir la letra de una canción e interpretarla ante los demás estudiantes (inteligencia musical).
(3) Estrategias de memoria: se puede orientar los procesos de aprendizaje y desarrollo de la competencia léxica acompañando a los niños en la creación de sus propios diccionarios de imágenes sobre determinados campos semánticos (animales, deportes, frutas, miembros de la familia, etc.) de esta manera se les ayuda a comprender que las palabras relacionan un concepto asociado a un elemento real. Sin embargo las palabras no sólo son unidades semánticas, también son unidades pragmáticas y sociolingüísticas, así con el objeto de que el niño aprenda cómo usarla en un texto en relación con contexto de tal manera que la pueda usar en forma adecuada en las diferentes situaciones comunicativas, se puede implementar el juego veo veo para desarrollar procesos como la atención y la concentración estimulando el nivel intelectual de los infantes. Se podría agregar como una etapa más del juego el uso de la palabra adivinada en un enunciado oracional de su creación.
(4) Estrategias de compensación: animar a los estudiantes a hacer uso de perífrasis o circunloquios, de tal manera que usen más palabras de las necesarias para expresar una idea o concepto, compensando sus deficiencias o limitaciones en el conocimiento de la L2 / LE.
(5) Estrategias de memorización: usar la acción. Para ello se pueden implementar los principios del método Respuesta Física Total (RFT). Al respecto J. Font (1998: 223) afirma: “… se tiene la impresión de que, más que de un método, se trata de una estrategia válida para aprendices principiantes. También resulta muy útil para trabajar con niños, al combinar el discurso y la acción…” Por ejemplo, juegos como “Simón dice” permite la comprensión de un mensaje (los imperativos) a través de la respuesta física (la ejecución de las órdenes dadas). “Esta técnica es especialmente útil al enseñar una lengua extranjera. Las primeras destrezas que se practican son las receptivas y está comúnmente aceptado que el estudiante pasará por un periodo de silencio antes de producir ningún mensaje oral o escrito. Entre estas dos fases hay una intermedia en la que el estudiante puede responder físicamente para mostrar la comprensión de un mensaje. Seguimos un proceso natural en el aprendizaje de la lengua extranjera, intentando emular la forma en la que aprendió su lengua materna.”[4]
(6) Estrategias sociales: participar en conversaciones de grupo. Sobre la base del conocimiento de las condiciones culturales, económicas, políticas y sociales del contexto de aprendizaje de una L2 / LE se pueden proponer temas a desarrollar mediante diversas técnicas orales, logrando que cada niño pueda preguntar y cooperar con los demás. “El intercambio con los compañeros permite al niño poder confrontar sus opiniones, sentimientos y actitudes, ayudándole a examinar críticamente los valores que ha aceptado previamente como incuestionables de sus padres, y así ir decidiendo cuáles conservará y cuales descartará. Por otro lado, este mayor contacto con otros niños les da la oportunidad de aprender cómo ajustar sus necesidades y deseos a los de otras personas, cuándo ceder y cuándo permanecer firme.”[5]
(7) Estrategias afectivas: disminuir la ansiedad: reír. Para ello se pueden presentar los tradicionales dibujos animados en L2 / LE, usar juegos de manera que se orienten procesos que disminuyan la ansiedad del aprendiz.
Bajo estas circunstancias educativas el rol del profesor es ser un guía, un orientador de los procesos pedagógicos con el propósito de que canalice las conductas de sus estudiantes con un fin como lo es el aprendizaje de una lengua. Como consecuencia, el maestro debe ser dinámico, proactivo y asertivo no sólo en la selección de las estrategias sino también el descubrimiento de las estrategias que se usan para organizar e integrar los nuevos conocimientos en las estructuras mentales, entonces se infiere que el sujeto orientador aplica las estrategias de acuerdo al grupo con el cual trabaja y su edad, para desarrollar procesos con una intención estable, sin caer en la rutina de la vida escolar.
Cuando el profesor lleva a cabo su trabajo de manera efectiva y eficaz hace que sus estudiantes desarrollen sus capacidades, destrezas, habilidades para tomar sus propias decisiones, al mismo tiempo que permite que dichas estrategias puedan “facilitar la internalización, el almacenamiento, la recuperación o el uso de la nueva lengua”, de acuerdo con Rebecca Oxford, para quien “las estrategias son herramientas necesarias para el desarrollo de habilidades comunicativas” (1990: 18).
Finalmente se puede decir que el proceso de enseñanza y de aprendizaje es un proceso dinámico que progresa y se transforma en la práctica cotidiana producto de los cambios cognitivos, físicos, psicológicos y sociales que ocurren en la conducta de los niños fruto de su desarrollo humano. Sin embargo, el éxito en la aplicación de estrategias de aprendizaje en la ejecución y realización de los procesos pedagógicos se evidenciará si al reconocimiento de esos procesos psicológicos que explican el desarrollo humano se suma el reconocimiento de los factores culturales, económicos, políticos y sociales que lo delimitan. La labor del docente es buscar las herramientas adecuadas al grupo de aprendizaje y a su entorno con el objeto de promover un uso real de la lengua en diferentes contextos tanto dentro como fuera del aula, estableciendo un sistema de evaluación que brinde espacios de reflexión y un manejo positivo del error, para que los estudiantes se sientan acompañados y seguros de su proceso de aprendizaje, como participantes activos de un proceso de crecimiento grupal.

 Bibliografía

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García-Meras, Emilio y Rodríguez, Mayra. (s.f.) Las estrategias de aprendizaje y sus particularidades en lengua extranjera. Recuperado el 28 de enero de 2015 de http://www.rieoei.org/deloslectores/965Rodriguez.PDF

Guerrero, Alejandra. Desarrollo del niño durante el período escolar. Recuperado el 25 de enero de 2015 de http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/manualped/desspsicesc.html

La importancia de contarles cuentos a los niños. (s.f.). Recuperado el 25 de enero de 2015 de http://www.peques.com.mx/la_importancia_de_contarles_cuentos_a_los_ninos.htm

Larkin, Shirley. (2010). Metacognition in Young Children. Recuperado el 28 de enero de 2015 de http://www.imd.inder.cu/adjuntos/article/486/Metacognition%20in%20Young%20Children.pdf

Ministerio de Educación, Perú y Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo. (2003). Estrategias de aprendizaje. Recuperado el 29 de enero de 2015 de http://www2.minedu.gob.pe/digesutp/formacioninicial/wp-descargas/bdigital/014_estrategias_de_aprendizaje.pdf

Sánchez, Gema. (2008). Las estrategias de aprendizaje a través del componente lúdico. Recuperado el 28 de enero de 2015 de http://www.marcoele.com/descargas/11/sanchez-estrategias-ludico.pdf

Zanon, J. y Hernández, M. J. (1990). La enseñanza de la comunicación en la clase de español. Recuperado el 1° de febrero de 2015 de http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/antologia_didactica/enfoque02/hernandez_zanon02.htm



[1] Zanon, J. y Hernández, M. J. (1990). La enseñanza de la comunicación en la clase de español. Recuperado el 1° de febrero de 2015 de http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/antologia_didactica/enfoque02/hernandez_zanon02.htm
[2] Espinosa, Linda. Second Language Acquisition in Early Childhood. Recuperado el 25 de enero de 2015 de http://www.learningdomain.com/MEdHOME3/ECEcurriculum/SecondLanguageAcquisitionLEspinosa.pdf (Traducción libre y personal)
[3] La importancia de contarles cuentos a los niños. Recuperado el 25 de enero de 2015 de http://www.peques.com.mx/la_importancia_de_contarles_cuentos_a_los_ninos.htm
[4] Total Physical Response. Recuperado el 28 de enero de 2015 de http://es.wikipedia.org/wiki/Total_Physical_Response
[5] Guerrero, Alejandra. Desarrollo del niño durante el período escolar. Recuperado el 25 de enero de 2015 de http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/manualped/desspsicesc.html

miércoles, 21 de enero de 2015

Web 2.0, influencia de la Redes Sociales en el aprendizaje de una LE / L2

Jorge Enrique Ramírez Peñuela
Aura Natalia Pineda Sáenz

Desde los inicios de la civilización humana tanto hombres como mujeres se han asociado para formar diferentes grupos de acuerdo a sus intereses, necesidades y pautas de comportamiento en relación con determinadas normas y valores que los lleven al logro de un fin u objetivo específico. Hasta hace poco tiempo las fronteras geográficas limitaban el contexto tanto el contexto espacial como temporal en que sucedían dichos procesos de interacción social; sin embargo con el desarrollo de las TIC tales límites geográficos se han borrado ya que ha hecho posible el conocimiento de personas de diferentes países con distintas realidades en un ambiente dinámico, propiciando así un intercambio cultural en el momento que se desee desde cualquier lugar del planeta Tierra que se desee.
            Ante tales condiciones del desarrollo humano se producen cada día innumerables intercambios comunicativos que generan nuevas formas de crear, distribuir y manipular la información y  que dan cuenta de cómo las personas comparten su manera de ver e interpretar la realidad que les rodea. En consecuencia, los medios audiovisuales e interactivos han permitido la reconceptualización de los procesos de identidad cultural y participación ciudadana. De ahí la necesidad de que en los procesos pedagógicos se integren las herramientas digitales que nos ofrecen las TIC con el objeto de producir cambios en los procesos de aprendizaje y de enseñanza, de producción y de comunicación del conocimiento, por parte de los sujetos participantes (docentes y estudiantes). Al respecto, David de Ugarte afirma: “Información, tecnología y creatividad pesarán cada vez más en el valor de producción.”.[1]
Visto de esa manera se puede afirmar que la integración de las TIC en el proceso educativo implica la formación de seres humanos capaces de usar el conocimiento para movilizar servicios y productos que den sentido a las nuevas formas en que sé afirma la identidad cultural, se comunica a distancia y se forma parte activa de las redes sociales.
El reconocimiento de los acontecimientos, condiciones o hechos descritos anteriormente encuentra su sustento en el desarrollo de una nueva sociedad digital, la sociedad de la información. Ello ha hecho que se modifiquen los paradigmas educativos tradicionales y se desarrolle nuevas maneras de llevar a cabo los procesos de aprendizaje y enseñanza en las instituciones educativas. Se ha tomado conciencia que una educación basada en el contenido y que no estimule la participación del alumno para aprender de una manera autónoma e independiente es una educación destinada a fracasar. El docente no tiene que desaparecer como figura institucional, tiene que adoptar un nuevo rol, mucho más atractivo y desafiante, que consiste en acompañar y guiar al estudiante en su auto-aprendizaje.”[2]
Ahora bien el proceso educativo no se dirige solamente a re-crear, modificar, distribuir y manipular los hechos y sucesos que ocurren en la realidad. Es necesario el desarrollo de los procesos de pensamiento tanto básicos (observación, atención, percepción, imaginación y creatividad) como complejos (conceptualización, comprensión, análisis, evaluación, síntesis, generalización, juicio, raciocinio) para asegurar la interpretación de dicha información dentro de un contexto cultural, político y social en relación con alguna finalidad. Así, se da paso al desarrollo de una Sociedad del Conocimiento que, de acuerdo con la UNESCO, apunta a transformaciones sociales, culturales y económicas en apoyo al desarrollo sustentable. Los pilares de las sociedades del conocimiento son el acceso a la información para todos, la libertad de expresión y la diversidad lingüística.”[3]
Es por ello que se entiende el conocimiento como el “conjunto de información almacenada mediante la experiencia o el aprendizaje (a posteriori) o a través de la introspección (a priori).”[4] La adaptación, asimilación y acomodación de dicha información en las estructuras mentales de cualquier ser humano implica el desarrollo de las capacidades, destrezas o habilidades personales para valorarla, usarla y compartirla. En el entorno digital ese proceso de transferencia del conocimiento requiere del desarrollo de las habilidades necesarias para comprender a través de que aplicación o red virtual (formal o informal) se preservará ese conocimiento, poniéndolo a disposición de otros usuarios de tal manera que se facilite la creación de nuevos productos o servicios orientados hacia la innovación.
Por consiguiente, cuando se hace que las cosas sucedan con resultados favorables se logran esos procesos innovadores sobre la base de conocimientos previos que se convierten en experiencias y se obtienen resultados, del mismo modo se generan las capacidades para hacer parte de en un concepto no acabado como lo es la competitividad. En este sentido, la Dra. Dolores Alemany Martínez afirma: “Con la web 2.0, donde ejercen un papel crucial los usuarios, se comienza a hablar de inteligencia colectiva (Martínez Pérez, 2008) y auto-organización, aparecen nuevas formas de comunicación y también nuevas formas de obtener información, ya que se van desarrollando sistemas de clasificación y votación (Menéame, del.ici.ous) y herramientas como Facebook, Tuenti o Twitter que facilitan fórmulas como el networking en las redes sociales y que han de aprender a entenderse en su dimensión de transformación social con todas las oportunidades de cambio y crecimiento que esto implica.”[5]
El reconocimiento de esas nuevas formas de comunicación y de obtención de la información contribuye a consolidar la importancia que tiene aprender un idioma extranjero, mejorar las oportunidades a nivel personal y profesional. Cuando se desarrollan procesos de enseñanza y de aprendizaje de un idioma extranjero a través del uso de las TIC se lleva a cabo un trabajo dinámico, colaborativo, y abierto a posibilidades de cambio, ya que el conocimiento no se debe entender como un proceso terminado, sino como un proceso en construcción y de cambio constante. En relación con ello, Swapna Kummar y Maija Tammelin afirman: “Un segundo beneficio importante derivado del uso de las TICs en el aula de lengua está basado en las oportunidades que proporciona para la cooperación y la colaboración entre pares. Los profesores de lenguas en todas partes del mundo están presentando miles de proyectos de aprendizaje de lenguas asistidos por ordenador, incluyendo las simulaciones entre sus estudiantes y grupos de otros países, abriendo la perspectiva de la enseñanza de lenguas hacia el aprendizaje sobre contextos culturales. Antes, los estudiantes escribían cartas o incluso e-mails. Hoy, usando las TIC tienen acceso al “skype” o al chat on line, en el que pueden no sólo escribirse en tiempo real sino también verse y hablarse en línea. Los estudiantes pueden por lo tanto, escribir, leer, hablar, escuchar, y reaccionar frente a una conversación usando las TIC como parte del proceso de aprendizaje de una lengua. Se motivan para comunicarse y colaborar entre sí y para producir productos comunes, por ejemplo, wikis.”[6]
            Entonces, cuando cualquier ser humano gestiona las acciones adecuadas para acceder a los datos como conjunto de hechos de la realidad con el objeto de desarrollar unas competencias específicas que lo lleven a darle un sentido contextualizado a esa información, se desarrolla el capital intelectual en el proceso pedagógico, imprescindible en cualquier institución educativa, en beneficio no solo del equipo docente sino también de los estudiantes. De esa manera, se hace posible la movilización del conocimiento a través de la comunicación teórica y práctica del mensaje que se intercambia, logrando la aprehensión real del conocimiento y la generación de espacios que le permiten a la comunidad educativa mostrar sus capacidades y habilidades en beneficio de la institución, ya que son sus miembros a través de sus acciones innovadoras quienes la posicionan a través de ventajas comparativas frente a otras.
Respecto a ello, Herminia Azinian afirma “que una persona "educada tecnológicamente" estará capacitada para aplicar la lógica de la negociación, en el marco más amplio de su capacidad de tomar decisiones para seleccionar las tecnologías apropiadas en función de las características de la situación que desea resolver (y, por supuesto, poder materializar la solución).”[7] Así, cuando una red de enseñanza y de aprendizaje se abastece de los recursos adecuados se permite el desarrollo de procesos de aprendizaje colaborativo. Ya no se trata de saber qué aprender y cómo aprenderlo sino también de saber dónde encontrar el conocimiento necesario para aprender.
            En este contexto se desarrolla el concepto de web 2.0 como fenómeno social que permite a los usuarios de la comunidad virtual usar distintas aplicaciones y plataformas en línea para publicar contenidos de modo que pueda interactuar con otros usuarios aportando contenidos que enriquezcan la experiencia de navegación. Bajo este concepto se debe tener claro lo que implica el uso de las herramientas ofrecidas bajo el concepto de web 2.0 en el proceso didáctico, a saber: “Para que una acción se inscriba dentro de la filosofía web 2.0 no basta con realizarla empleando alguna de sus herramientas (blog, redes sociales, wiki, podcast, etc.), sino que es fundamental que sea coherente con los principios en los que se apoya la web 2.0: dar la posibilidad de generar o publicar contenido, compartirlo con otros usuarios de la web y participar en la “gran conversación digital”.[8]
Desde esta perspectiva, el uso de herramientas digitales en el proceso educativo se constituye en una estrategia que genera procesos de innovación en el modo cómo se reconceptualizan los procesos de enseñanza y aprendizaje. Es por esto que se debe motivar a los estudiantes para que generen cambios y transformen su entorno, ya sea a nivel personal, formativo o laboral, porque “el sujeto del aprendizaje es considerado, ante todo, como un sujeto social inmerso en una cultura material y simbólica.[9] Es decir, que con base en sus intereses y necesidades cualquier persona busca solución a aquellos problemas que se le presentan como resultado de sus procesos de desarrollo humano (biológico, cognitivo, moral, psicológico, social), dándole sentido a las acciones que acontecen en su vida.
Ahora bien, cuando se promueven aquellas acciones innovadoras en el proceso educativo se da la oportunidad a los estudiantes de entender que el aprendizaje también es un proceso social. De este modo, el empleo de las TIC en los procesos de enseñanza y de aprendizaje de un idioma extranjero permite el manejo de los contenidos adecuados que apunten al desarrollo de las destrezas necesarias (acceder, colaborar, crear, interactuar y participar, entre otras) para adquirir las habilidades lingüísticas (escuchar, hablar, leer y escribir) en L2 / LE.
Mediante tal adquisición cada ser humano está en capacidad de intercambiar información, integrándola a sus estructuras cognitivas y produciendo nuevos conocimientos que influyen no sólo en sus niveles de aprendizaje individual sino también su entorno grupal y en la organización educativa de la cual forman parte. Constituyéndose así en un todo cuyo procesamiento del conocimiento da valor a las personas por su aporte y conocimiento personal, a consolidar la cohesión del grupo y el logro de los objetivos de la institución educativa.
En consecuencia lo dicho antes es importante en una institución educativa, ya que el cuerpo docente es un grupo que interactúa en beneficio de la misma, compartiendo sus saberes y acercándose a la realidad de sus estudiantes. Por lo tanto, es importante para los miembros de una comunidad educativa activar el diálogo en la búsqueda de soluciones a determinadas necesidades. Ya que el conocimiento grupal de la realidad contextual de dicha institución, desde sus distintas dimensiones, eleva la productividad a través de un aprendizaje colectivo en el que se hace necesario mantener en movimiento los saberes y darles aplicabilidad de acuerdo al entorno en que se vive.
Visto que estamos ante una condición “sine qua non”, el reconocimiento del ambiente que limita las experiencia de vida de los estudiantes (mucho de ellos son nativos digitales), los docentes, ineludiblemente, tienen que adaptarse al ambiente tecnológico (inmigrantes digitales).A causa de eso se tiene claro que “la Internet no es un material didáctico en absoluto, aunque es susceptible de ser adaptado como tal, de modo que la preparación de esa búsqueda ha de estar ajustada a los parámetros del trabajo de materiales didácticos.”[10] A la luz de este juicio de valor se ha planificado el diseño de una webquest para estudiantes de ELE (ver anexo) como herramienta didáctica que propicie el trabajo en entornos colaborativos dirigidos a la generación de un producto con responsabilidad y creatividad.
            Finalmente, se puede afirmar que el conocimiento de las nuevas aplicaciones digitales desarrolladas a partir del concepto tecnológico de web 2.0 implica el desarrollo de las competencias digitales de manera que todos los miembros participantes en los procesos pedagógicos, de forma proactiva y autónoma, aprendan a sacar partido a la extraordinaria potencialidad de Internet como fuente de información, recursos, metodologías didácticas, colaboración y estímulo permanente.

Bibliografía

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Schmelkes, C. (2011). Reflexiones sobre la gestión del conocimiento en las Instituciones de Educación Superior. En Administración y Organizaciones: Alcances y perspectivas de la gestión del conocimiento. Nº 26. P. 81-91. Recuperado de http://bidi.xoc.uam.mx/tabla_contenido_fasciculo.php?id_fasciculo=578

Schneider, D. (2006). La escuela en las redes sociales (Primera edición). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Aportela. I. (2008). La Segunda Generación de la Gestión del Conocimiento: un nuevo enfoque de la gestión del conocimiento. En Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. Vol. 39, Nº 1. P. 19-30. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=181418336002

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[2] Gutiérrez, José. (2013). La educación en la Sociedad de la Información. Recuperado el 15 de enero de 2015 de http://cisolog.com/sociologia/la-educacion-en-la-sociedad-de-la-informacion/
[3] UNESCO. (2005) Hacia las sociedades del conocimiento. Recuperado el 15 de enero de 2015 de http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001419/141908s.pdf
[4] Definición de conocimiento. Recuperado el 15 de enero de 2015 de http://definicion.de/conocimiento/
[5] Alemany Martínez, Dolores. (2010). Inteligencia competitiva y web 3.0: aprendizaje de estrategias y destrezas informacionales en la enseñanza superior. Recuperado el 15 de enero de 2015 de http://campus.usal.es/~comunicacion3punto0/comunicaciones/040.pdf
[6] Kummar, Swapna y Tammelin Majia. (2008) Integrar las TICs en la enseñanza / aprendizaje de segundas lenguas: Una guía para instituciones educativas europeas de Secundaria, Universidad y Educación para adultos. Recuperado el 18 de enero de 2015 de http://webh01.ua.ac.be/odlac/guides/4c-GUIDES-INSTITUTIONS-ES.pdf
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