En el contexto actual de la educación superior, caracterizado por la expansión de los entornos virtuales, el Modelo de las Cinco Etapas de Gilly Salmon se presenta como una brújula pedagógica que orienta el diseño y acompañamiento del aprendizaje en línea. Este modelo no solo estructura el proceso formativo, sino que también lo humaniza, favoreciendo una experiencia significativa y progresiva para estudiantes que se forman como futuros docentes.
Etapa 1: Acceso y
motivación – El primer paso hacia la pertenencia
El inicio de un curso
en línea requiere mucho más que la activación de una plataforma: implica una
acogida cálida, cercana y significativa. Aquí, la función del docente es doble:
garantizar el acceso técnico sencillo y despertar el interés genuino por el
contenido. Un saludo amable, una presentación atractiva del curso y mensajes
alentadores pueden marcar la diferencia. Como en una clase presencial, el tono
inicial define la atmósfera de todo el proceso.
"Hola, ¿cómo
están? ¿Alguna vez soñaron con visitar las pirámides de Egipto o recorrer la
Gran Muralla China? Pues bien, hoy iniciaremos un viaje por esos lugares, no
solo para conocerlos, sino para aprender a describirlos con palabras..."
Este tipo de
bienvenida no solo informa, sino que conecta emocionalmente, promueve la
participación y fortalece la confianza en el proceso.
Etapa 2:
Socialización en línea – De lo individual a lo colectivo
Una vez establecido el
acceso, es momento de construir comunidad. Esta etapa busca tender puentes
entre lo personal y lo académico, promoviendo el reconocimiento mutuo entre los
estudiantes. A través de grupos pequeños, actividades interactivas y foros moderados,
se fomenta una red de apoyo entre pares. Aquí, la socialización no es
superficial: es un componente fundamental del aprendizaje colaborativo.
Por ejemplo: se puede
iniciar con una pregunta detonadora en el foro, asignar un nombre de lugar
histórico a cada grupo, y promover un primer encuentro en salas de reunión
virtuales para dialogar sobre el tema.
La interacción en esta
etapa fortalece la identidad del estudiante como miembro activo del grupo y
crea las condiciones para un aprendizaje más profundo.
Etapa 3:
Intercambio de información – El conocimiento comienza a circular
Con la confianza
establecida, llega el momento de compartir saberes. Los estudiantes exploran
materiales, intercambian ideas, formulan preguntas y buscan soluciones. Aquí,
el rol del docente es de guía y facilitador: propone rutas de indagación,
plantea preguntas orientadoras y proporciona recursos diversos. La diversidad
de fuentes —videos, textos, podcasts— permite que cada estudiante construya un
camino propio de aprendizaje.
Una práctica útil es
ofrecer esquemas de discusión, pautas claras y espacios de retroalimentación
para que cada grupo pueda avanzar con claridad hacia un producto común, como un
texto descriptivo colaborativo.
Etapa 4:
Construcción del conocimiento – Crear juntos, aprender juntos
En esta fase, los
estudiantes dejan de ser consumidores pasivos y se convierten en productores de
conocimiento. A través de proyectos colaborativos, reflexiones compartidas y
publicaciones colectivas, ponen en juego habilidades como el pensamiento crítico,
la creatividad y la toma de decisiones.
Por ejemplo: cada
grupo puede redactar su texto descriptivo en un documento compartido, aplicando
los conceptos aprendidos. Luego, publican su trabajo en un blog de viajes y
comentan las producciones de otros grupos. Así, se entrelazan aprendizaje y
motivación, colaboración y orgullo por lo creado.
Etapa 5: Desarrollo
– Reflexión y proyección del aprendizaje
La última etapa invita
a mirar hacia atrás... y hacia adelante. Aquí se consolidan los aprendizajes
mediante la autoevaluación, la reflexión crítica y la retroalimentación
constructiva. Los estudiantes pueden expresar sus emociones sobre el proceso
(usando emoticones, mensajes de voz o comentarios escritos) y proyectar cómo
aplicarán lo aprendido en su vida docente.
"Hoy comprendí
que la educación en línea no es solo subir documentos, sino construir
experiencias que conecten con las emociones, los saberes y los sueños de mis
estudiantes."
Además, se sugiere
ofrecer lecturas adicionales y recursos complementarios para fomentar la
autonomía y el desarrollo profesional continuo.
Consideraciones
finales
El modelo de las cinco
etapas de Gilly Salmon no es una receta cerrada, sino una guía flexible,
empática y profundamente humana. Permite a los docentes en formación comprender
que el aprendizaje en línea, cuando está bien diseñado y acompañado, puede ser
tan transformador como el presencial. El secreto está en equilibrar lo técnico
con lo afectivo, lo estructurado con lo creativo.
Referencias (APA 7ª
edición)
Salmon, G. (2013). E-tivities: The key to active online
learning (2nd ed.).
Routledge.
The
Glossary of Education Reform. (n.d.). Scaffolding. Retrieved from
https://www.edglossary.org/scaffolding/