miércoles, 21 de enero de 2015

Web 2.0, influencia de la Redes Sociales en el aprendizaje de una LE / L2

Jorge Enrique Ramírez Peñuela
Aura Natalia Pineda Sáenz

Desde los inicios de la civilización humana tanto hombres como mujeres se han asociado para formar diferentes grupos de acuerdo a sus intereses, necesidades y pautas de comportamiento en relación con determinadas normas y valores que los lleven al logro de un fin u objetivo específico. Hasta hace poco tiempo las fronteras geográficas limitaban el contexto tanto el contexto espacial como temporal en que sucedían dichos procesos de interacción social; sin embargo con el desarrollo de las TIC tales límites geográficos se han borrado ya que ha hecho posible el conocimiento de personas de diferentes países con distintas realidades en un ambiente dinámico, propiciando así un intercambio cultural en el momento que se desee desde cualquier lugar del planeta Tierra que se desee.
            Ante tales condiciones del desarrollo humano se producen cada día innumerables intercambios comunicativos que generan nuevas formas de crear, distribuir y manipular la información y  que dan cuenta de cómo las personas comparten su manera de ver e interpretar la realidad que les rodea. En consecuencia, los medios audiovisuales e interactivos han permitido la reconceptualización de los procesos de identidad cultural y participación ciudadana. De ahí la necesidad de que en los procesos pedagógicos se integren las herramientas digitales que nos ofrecen las TIC con el objeto de producir cambios en los procesos de aprendizaje y de enseñanza, de producción y de comunicación del conocimiento, por parte de los sujetos participantes (docentes y estudiantes). Al respecto, David de Ugarte afirma: “Información, tecnología y creatividad pesarán cada vez más en el valor de producción.”.[1]
Visto de esa manera se puede afirmar que la integración de las TIC en el proceso educativo implica la formación de seres humanos capaces de usar el conocimiento para movilizar servicios y productos que den sentido a las nuevas formas en que sé afirma la identidad cultural, se comunica a distancia y se forma parte activa de las redes sociales.
El reconocimiento de los acontecimientos, condiciones o hechos descritos anteriormente encuentra su sustento en el desarrollo de una nueva sociedad digital, la sociedad de la información. Ello ha hecho que se modifiquen los paradigmas educativos tradicionales y se desarrolle nuevas maneras de llevar a cabo los procesos de aprendizaje y enseñanza en las instituciones educativas. Se ha tomado conciencia que una educación basada en el contenido y que no estimule la participación del alumno para aprender de una manera autónoma e independiente es una educación destinada a fracasar. El docente no tiene que desaparecer como figura institucional, tiene que adoptar un nuevo rol, mucho más atractivo y desafiante, que consiste en acompañar y guiar al estudiante en su auto-aprendizaje.”[2]
Ahora bien el proceso educativo no se dirige solamente a re-crear, modificar, distribuir y manipular los hechos y sucesos que ocurren en la realidad. Es necesario el desarrollo de los procesos de pensamiento tanto básicos (observación, atención, percepción, imaginación y creatividad) como complejos (conceptualización, comprensión, análisis, evaluación, síntesis, generalización, juicio, raciocinio) para asegurar la interpretación de dicha información dentro de un contexto cultural, político y social en relación con alguna finalidad. Así, se da paso al desarrollo de una Sociedad del Conocimiento que, de acuerdo con la UNESCO, apunta a transformaciones sociales, culturales y económicas en apoyo al desarrollo sustentable. Los pilares de las sociedades del conocimiento son el acceso a la información para todos, la libertad de expresión y la diversidad lingüística.”[3]
Es por ello que se entiende el conocimiento como el “conjunto de información almacenada mediante la experiencia o el aprendizaje (a posteriori) o a través de la introspección (a priori).”[4] La adaptación, asimilación y acomodación de dicha información en las estructuras mentales de cualquier ser humano implica el desarrollo de las capacidades, destrezas o habilidades personales para valorarla, usarla y compartirla. En el entorno digital ese proceso de transferencia del conocimiento requiere del desarrollo de las habilidades necesarias para comprender a través de que aplicación o red virtual (formal o informal) se preservará ese conocimiento, poniéndolo a disposición de otros usuarios de tal manera que se facilite la creación de nuevos productos o servicios orientados hacia la innovación.
Por consiguiente, cuando se hace que las cosas sucedan con resultados favorables se logran esos procesos innovadores sobre la base de conocimientos previos que se convierten en experiencias y se obtienen resultados, del mismo modo se generan las capacidades para hacer parte de en un concepto no acabado como lo es la competitividad. En este sentido, la Dra. Dolores Alemany Martínez afirma: “Con la web 2.0, donde ejercen un papel crucial los usuarios, se comienza a hablar de inteligencia colectiva (Martínez Pérez, 2008) y auto-organización, aparecen nuevas formas de comunicación y también nuevas formas de obtener información, ya que se van desarrollando sistemas de clasificación y votación (Menéame, del.ici.ous) y herramientas como Facebook, Tuenti o Twitter que facilitan fórmulas como el networking en las redes sociales y que han de aprender a entenderse en su dimensión de transformación social con todas las oportunidades de cambio y crecimiento que esto implica.”[5]
El reconocimiento de esas nuevas formas de comunicación y de obtención de la información contribuye a consolidar la importancia que tiene aprender un idioma extranjero, mejorar las oportunidades a nivel personal y profesional. Cuando se desarrollan procesos de enseñanza y de aprendizaje de un idioma extranjero a través del uso de las TIC se lleva a cabo un trabajo dinámico, colaborativo, y abierto a posibilidades de cambio, ya que el conocimiento no se debe entender como un proceso terminado, sino como un proceso en construcción y de cambio constante. En relación con ello, Swapna Kummar y Maija Tammelin afirman: “Un segundo beneficio importante derivado del uso de las TICs en el aula de lengua está basado en las oportunidades que proporciona para la cooperación y la colaboración entre pares. Los profesores de lenguas en todas partes del mundo están presentando miles de proyectos de aprendizaje de lenguas asistidos por ordenador, incluyendo las simulaciones entre sus estudiantes y grupos de otros países, abriendo la perspectiva de la enseñanza de lenguas hacia el aprendizaje sobre contextos culturales. Antes, los estudiantes escribían cartas o incluso e-mails. Hoy, usando las TIC tienen acceso al “skype” o al chat on line, en el que pueden no sólo escribirse en tiempo real sino también verse y hablarse en línea. Los estudiantes pueden por lo tanto, escribir, leer, hablar, escuchar, y reaccionar frente a una conversación usando las TIC como parte del proceso de aprendizaje de una lengua. Se motivan para comunicarse y colaborar entre sí y para producir productos comunes, por ejemplo, wikis.”[6]
            Entonces, cuando cualquier ser humano gestiona las acciones adecuadas para acceder a los datos como conjunto de hechos de la realidad con el objeto de desarrollar unas competencias específicas que lo lleven a darle un sentido contextualizado a esa información, se desarrolla el capital intelectual en el proceso pedagógico, imprescindible en cualquier institución educativa, en beneficio no solo del equipo docente sino también de los estudiantes. De esa manera, se hace posible la movilización del conocimiento a través de la comunicación teórica y práctica del mensaje que se intercambia, logrando la aprehensión real del conocimiento y la generación de espacios que le permiten a la comunidad educativa mostrar sus capacidades y habilidades en beneficio de la institución, ya que son sus miembros a través de sus acciones innovadoras quienes la posicionan a través de ventajas comparativas frente a otras.
Respecto a ello, Herminia Azinian afirma “que una persona "educada tecnológicamente" estará capacitada para aplicar la lógica de la negociación, en el marco más amplio de su capacidad de tomar decisiones para seleccionar las tecnologías apropiadas en función de las características de la situación que desea resolver (y, por supuesto, poder materializar la solución).”[7] Así, cuando una red de enseñanza y de aprendizaje se abastece de los recursos adecuados se permite el desarrollo de procesos de aprendizaje colaborativo. Ya no se trata de saber qué aprender y cómo aprenderlo sino también de saber dónde encontrar el conocimiento necesario para aprender.
            En este contexto se desarrolla el concepto de web 2.0 como fenómeno social que permite a los usuarios de la comunidad virtual usar distintas aplicaciones y plataformas en línea para publicar contenidos de modo que pueda interactuar con otros usuarios aportando contenidos que enriquezcan la experiencia de navegación. Bajo este concepto se debe tener claro lo que implica el uso de las herramientas ofrecidas bajo el concepto de web 2.0 en el proceso didáctico, a saber: “Para que una acción se inscriba dentro de la filosofía web 2.0 no basta con realizarla empleando alguna de sus herramientas (blog, redes sociales, wiki, podcast, etc.), sino que es fundamental que sea coherente con los principios en los que se apoya la web 2.0: dar la posibilidad de generar o publicar contenido, compartirlo con otros usuarios de la web y participar en la “gran conversación digital”.[8]
Desde esta perspectiva, el uso de herramientas digitales en el proceso educativo se constituye en una estrategia que genera procesos de innovación en el modo cómo se reconceptualizan los procesos de enseñanza y aprendizaje. Es por esto que se debe motivar a los estudiantes para que generen cambios y transformen su entorno, ya sea a nivel personal, formativo o laboral, porque “el sujeto del aprendizaje es considerado, ante todo, como un sujeto social inmerso en una cultura material y simbólica.[9] Es decir, que con base en sus intereses y necesidades cualquier persona busca solución a aquellos problemas que se le presentan como resultado de sus procesos de desarrollo humano (biológico, cognitivo, moral, psicológico, social), dándole sentido a las acciones que acontecen en su vida.
Ahora bien, cuando se promueven aquellas acciones innovadoras en el proceso educativo se da la oportunidad a los estudiantes de entender que el aprendizaje también es un proceso social. De este modo, el empleo de las TIC en los procesos de enseñanza y de aprendizaje de un idioma extranjero permite el manejo de los contenidos adecuados que apunten al desarrollo de las destrezas necesarias (acceder, colaborar, crear, interactuar y participar, entre otras) para adquirir las habilidades lingüísticas (escuchar, hablar, leer y escribir) en L2 / LE.
Mediante tal adquisición cada ser humano está en capacidad de intercambiar información, integrándola a sus estructuras cognitivas y produciendo nuevos conocimientos que influyen no sólo en sus niveles de aprendizaje individual sino también su entorno grupal y en la organización educativa de la cual forman parte. Constituyéndose así en un todo cuyo procesamiento del conocimiento da valor a las personas por su aporte y conocimiento personal, a consolidar la cohesión del grupo y el logro de los objetivos de la institución educativa.
En consecuencia lo dicho antes es importante en una institución educativa, ya que el cuerpo docente es un grupo que interactúa en beneficio de la misma, compartiendo sus saberes y acercándose a la realidad de sus estudiantes. Por lo tanto, es importante para los miembros de una comunidad educativa activar el diálogo en la búsqueda de soluciones a determinadas necesidades. Ya que el conocimiento grupal de la realidad contextual de dicha institución, desde sus distintas dimensiones, eleva la productividad a través de un aprendizaje colectivo en el que se hace necesario mantener en movimiento los saberes y darles aplicabilidad de acuerdo al entorno en que se vive.
Visto que estamos ante una condición “sine qua non”, el reconocimiento del ambiente que limita las experiencia de vida de los estudiantes (mucho de ellos son nativos digitales), los docentes, ineludiblemente, tienen que adaptarse al ambiente tecnológico (inmigrantes digitales).A causa de eso se tiene claro que “la Internet no es un material didáctico en absoluto, aunque es susceptible de ser adaptado como tal, de modo que la preparación de esa búsqueda ha de estar ajustada a los parámetros del trabajo de materiales didácticos.”[10] A la luz de este juicio de valor se ha planificado el diseño de una webquest para estudiantes de ELE (ver anexo) como herramienta didáctica que propicie el trabajo en entornos colaborativos dirigidos a la generación de un producto con responsabilidad y creatividad.
            Finalmente, se puede afirmar que el conocimiento de las nuevas aplicaciones digitales desarrolladas a partir del concepto tecnológico de web 2.0 implica el desarrollo de las competencias digitales de manera que todos los miembros participantes en los procesos pedagógicos, de forma proactiva y autónoma, aprendan a sacar partido a la extraordinaria potencialidad de Internet como fuente de información, recursos, metodologías didácticas, colaboración y estímulo permanente.

Bibliografía

De Urgate, D. (2007). El poder de las redes (Primera edición). Barcelona: el cobre ediciones.

Schmelkes, C. (2011). Reflexiones sobre la gestión del conocimiento en las Instituciones de Educación Superior. En Administración y Organizaciones: Alcances y perspectivas de la gestión del conocimiento. Nº 26. P. 81-91. Recuperado de http://bidi.xoc.uam.mx/tabla_contenido_fasciculo.php?id_fasciculo=578

Schneider, D. (2006). La escuela en las redes sociales (Primera edición). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Aportela. I. (2008). La Segunda Generación de la Gestión del Conocimiento: un nuevo enfoque de la gestión del conocimiento. En Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. Vol. 39, Nº 1. P. 19-30. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=181418336002

Instituto de Tecnologías Educativas, España. (2011). Competencia Digital. Recuperado el 27 de diciembre de 2014 de http://www.red2001.com/docs/europa_congreso/competencia_digital_europa_marzo_2011.pdf



[2] Gutiérrez, José. (2013). La educación en la Sociedad de la Información. Recuperado el 15 de enero de 2015 de http://cisolog.com/sociologia/la-educacion-en-la-sociedad-de-la-informacion/
[3] UNESCO. (2005) Hacia las sociedades del conocimiento. Recuperado el 15 de enero de 2015 de http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001419/141908s.pdf
[4] Definición de conocimiento. Recuperado el 15 de enero de 2015 de http://definicion.de/conocimiento/
[5] Alemany Martínez, Dolores. (2010). Inteligencia competitiva y web 3.0: aprendizaje de estrategias y destrezas informacionales en la enseñanza superior. Recuperado el 15 de enero de 2015 de http://campus.usal.es/~comunicacion3punto0/comunicaciones/040.pdf
[6] Kummar, Swapna y Tammelin Majia. (2008) Integrar las TICs en la enseñanza / aprendizaje de segundas lenguas: Una guía para instituciones educativas europeas de Secundaria, Universidad y Educación para adultos. Recuperado el 18 de enero de 2015 de http://webh01.ua.ac.be/odlac/guides/4c-GUIDES-INSTITUTIONS-ES.pdf
[7] Azinian, Herminia. (2006). Múltiples alfabetizaciones para la sociedad del conocimiento. Recuperado el 27 de diciembre de 2014 de http://www.terras.edu.ar/aula/tecnicatura/3/biblio/3AZINIAN-Herminia-Multiples-alfabetizaciones-para.pdf
[8] Herrera, Francisco y Conejo, Emilia. (2009. Tareas 2.0: la dimensión digital en el aula de español lengua extranjera. Recuperado el 18 de enero de 2015 de http://marcoele.com/descargas/9/herrrera_conejo.tareas2.0.pdf
[9] Schneider, Débora. (2006). Capítulo 3: Aprender y enseñar en la red. (De: La escuela en la sociedad de redes: una introducción a las tecnologías de la informática y la comunicación en la educación.) Recuperado el 18 de enero de 2015 de http://campus.fundec.org.ar/admin/archivos/Schneider%20ensenar%20y%20aprender.pdf
[10] Yagüe, Agustín. (2007). “La tostadora se ha vuelto asesina y el ordenador no me puede ver…”: A propósito de la Internet y la enseñanza de ELE. Recuperado el 27 de diciembre de 2014 de http://www.um.es/glosasdidacticas/gd16/01yague.pdf