viernes, 11 de julio de 2025

La teoría de la distancia transaccional de Michael Moore: comprender la educación virtual más allá de la distancia física

 La educación virtual, aunque se apoya en pantallas, plataformas y tecnologías, en el fondo es una relación humana: entre quien aprende y quien enseña. Y es en este vínculo donde Michael G. Moore propuso una de las ideas más influyentes para entender cómo ocurre —o cómo se obstaculiza— el aprendizaje a distancia: la teoría de la distancia transaccional.

Esta teoría, desarrollada desde los años 70 y consolidada en 1997, no habla solo de cuántos kilómetros separan a docente y estudiante. La “distancia” que le interesa a Moore es psicológica y comunicativa, es decir, cuánto se comprenden realmente quienes participan en una experiencia de aprendizaje a pesar de estar físicamente lejos (Moore, 1997).

🌐 Tres elementos que transforman la distancia en cercanía

Moore nos invita a imaginar tres factores que están en juego en cualquier experiencia de educación virtual:

  1. El diálogo: se refiere a las interacciones, preguntas, respuestas, retroalimentaciones y conversaciones entre quien guía y quien aprende. Cuando hay diálogo, hay escucha, hay presencia, aunque no compartamos un mismo espacio físico.
  2. La estructura: es el diseño del curso, el nivel de rigidez o flexibilidad en los contenidos, las evaluaciones, los tiempos. Un curso muy estructurado con poca interacción puede aumentar la distancia transaccional.
  3. La autonomía del estudiante: es la capacidad que tiene quien aprende para tomar decisiones sobre su propio proceso: qué aprender, cómo aprender, cómo evaluar su avance. A mayor autonomía, más posibilidades de aprender incluso en contextos con poca interacción directa.

En otras palabras, cuando hay diálogo frecuente y una estructura flexible, la distancia transaccional se reduce. Pero si la estructura es rígida y el diálogo es escaso, entonces se requiere que el estudiante tenga alta autonomía para lograr aprender (European Distance and E-Learning Network, 2006).

💡 ¿Y cómo se aplica esto en nuestra práctica pedagógica cotidiana?

Imaginemos que somos docentes en formación diseñando un curso virtual. Si sabemos que nuestras y nuestros estudiantes necesitan acompañamiento constante, lo mejor será crear espacios de diálogo frecuentes, como foros, videollamadas o chats activos. Pero si identificamos que son personas con alta autonomía, podemos organizar un curso más estructurado y dejar que gestionen su aprendizaje con mayor libertad.

Así, Moore nos recuerda que la clave está en diseñar pensando en las personas, no solo en los contenidos. Y que enseñar en la virtualidad no significa simplemente “subir cosas” a una plataforma, sino construir puentes comunicativos que acorten la distancia emocional y cognitiva entre quienes enseñan y quienes aprenden.

🧠 ¿Qué dicen otras miradas sobre esta teoría?

Algunos estudiosos, como Yiannis Giossos (s.f.), han señalado que la teoría de Moore no siempre puede comprobarse empíricamente. Esto no significa que sea inválida, sino que pertenece a un enfoque más abierto y realista, donde lo importante es explicar fenómenos complejos, no necesariamente predecirlos con fórmulas exactas. En contextos como la educación, donde influyen tantas variables humanas, esta postura resulta sensata y profundamente humana.

Lo interesante es que, aunque haya debates sobre su interpretación, la utilidad práctica de la teoría sigue vigente. Nos ofrece una brújula para no perder de vista lo esencial: el sentido humano de la educación, incluso cuando ocurre a través de una pantalla.

🧭 Conclusión

La teoría de la distancia transaccional de Moore no nos da recetas, pero sí nos entrega una forma de mirar críticamente cómo diseñamos, facilitamos y acompañamos procesos de aprendizaje en entornos virtuales. Es una herramienta filosófica y práctica para maestras y maestros que desean educar con presencia, a pesar de la distancia.

Porque al final, lo que verdaderamente acorta las distancias no es la tecnología, sino el diálogo auténtico, la escucha activa, y el reconocimiento del otro como ser autónomo y valioso.

📌 Referencias

European Distance and E-Learning Network (EDEN). (2006). Theory and theorists: Michael G. Moore. Evolution of Theory of Transactional Distance. Recuperado de http://www.eden-online.org

Giossos, Y. (s.f.). Reconsidering Moore’s Transactional Distance Theory. European Journal of Open, Distance, and E-learning. Recuperado de http://www.eurodl.org/?article=374

Moore, M. (1997). Theory of Transactional Distance. En D. Keegan (Ed.), Theoretical Principles of Distance Education (pp. 22–38). Routledge. http://www.aged.tamu.edu/research/readings/Distance/1997MooreTransDistance.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me gustaría conocer tu opinión