viernes, 11 de julio de 2025

Modelo de las cinco etapas de Gilly Salmon: un puente didáctico entre la teoría y la práctica en la formación docente virtual

 En el contexto actual de la educación superior, caracterizado por la expansión de los entornos virtuales, el Modelo de las Cinco Etapas de Gilly Salmon se presenta como una brújula pedagógica que orienta el diseño y acompañamiento del aprendizaje en línea. Este modelo no solo estructura el proceso formativo, sino que también lo humaniza, favoreciendo una experiencia significativa y progresiva para estudiantes que se forman como futuros docentes.

Etapa 1: Acceso y motivación – El primer paso hacia la pertenencia

El inicio de un curso en línea requiere mucho más que la activación de una plataforma: implica una acogida cálida, cercana y significativa. Aquí, la función del docente es doble: garantizar el acceso técnico sencillo y despertar el interés genuino por el contenido. Un saludo amable, una presentación atractiva del curso y mensajes alentadores pueden marcar la diferencia. Como en una clase presencial, el tono inicial define la atmósfera de todo el proceso.

"Hola, ¿cómo están? ¿Alguna vez soñaron con visitar las pirámides de Egipto o recorrer la Gran Muralla China? Pues bien, hoy iniciaremos un viaje por esos lugares, no solo para conocerlos, sino para aprender a describirlos con palabras..."

Este tipo de bienvenida no solo informa, sino que conecta emocionalmente, promueve la participación y fortalece la confianza en el proceso.

Etapa 2: Socialización en línea – De lo individual a lo colectivo

Una vez establecido el acceso, es momento de construir comunidad. Esta etapa busca tender puentes entre lo personal y lo académico, promoviendo el reconocimiento mutuo entre los estudiantes. A través de grupos pequeños, actividades interactivas y foros moderados, se fomenta una red de apoyo entre pares. Aquí, la socialización no es superficial: es un componente fundamental del aprendizaje colaborativo.

Por ejemplo: se puede iniciar con una pregunta detonadora en el foro, asignar un nombre de lugar histórico a cada grupo, y promover un primer encuentro en salas de reunión virtuales para dialogar sobre el tema.

La interacción en esta etapa fortalece la identidad del estudiante como miembro activo del grupo y crea las condiciones para un aprendizaje más profundo.

Etapa 3: Intercambio de información – El conocimiento comienza a circular

Con la confianza establecida, llega el momento de compartir saberes. Los estudiantes exploran materiales, intercambian ideas, formulan preguntas y buscan soluciones. Aquí, el rol del docente es de guía y facilitador: propone rutas de indagación, plantea preguntas orientadoras y proporciona recursos diversos. La diversidad de fuentes —videos, textos, podcasts— permite que cada estudiante construya un camino propio de aprendizaje.

Una práctica útil es ofrecer esquemas de discusión, pautas claras y espacios de retroalimentación para que cada grupo pueda avanzar con claridad hacia un producto común, como un texto descriptivo colaborativo.

Etapa 4: Construcción del conocimiento – Crear juntos, aprender juntos

En esta fase, los estudiantes dejan de ser consumidores pasivos y se convierten en productores de conocimiento. A través de proyectos colaborativos, reflexiones compartidas y publicaciones colectivas, ponen en juego habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad y la toma de decisiones.

Por ejemplo: cada grupo puede redactar su texto descriptivo en un documento compartido, aplicando los conceptos aprendidos. Luego, publican su trabajo en un blog de viajes y comentan las producciones de otros grupos. Así, se entrelazan aprendizaje y motivación, colaboración y orgullo por lo creado.

Etapa 5: Desarrollo – Reflexión y proyección del aprendizaje

La última etapa invita a mirar hacia atrás... y hacia adelante. Aquí se consolidan los aprendizajes mediante la autoevaluación, la reflexión crítica y la retroalimentación constructiva. Los estudiantes pueden expresar sus emociones sobre el proceso (usando emoticones, mensajes de voz o comentarios escritos) y proyectar cómo aplicarán lo aprendido en su vida docente.

"Hoy comprendí que la educación en línea no es solo subir documentos, sino construir experiencias que conecten con las emociones, los saberes y los sueños de mis estudiantes."

Además, se sugiere ofrecer lecturas adicionales y recursos complementarios para fomentar la autonomía y el desarrollo profesional continuo.

Consideraciones finales

El modelo de las cinco etapas de Gilly Salmon no es una receta cerrada, sino una guía flexible, empática y profundamente humana. Permite a los docentes en formación comprender que el aprendizaje en línea, cuando está bien diseñado y acompañado, puede ser tan transformador como el presencial. El secreto está en equilibrar lo técnico con lo afectivo, lo estructurado con lo creativo.

Referencias (APA 7ª edición)

Salmon, G. (2013). E-tivities: The key to active online learning (2nd ed.). Routledge.

The Glossary of Education Reform. (n.d.). Scaffolding. Retrieved from https://www.edglossary.org/scaffolding/

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