Aprender una segunda lengua mientras se adquieren conocimientos en otras áreas del saber ya no es un sueño lejano. Es una realidad pedagógica sólida gracias al enfoque CLIL (Content and Language Integrated Learning), una metodología que ha revolucionado la forma en que concebimos el aprendizaje bilingüe en contextos educativos diversos. Propuesta inicialmente por Marsh (1994), esta perspectiva integra el aprendizaje de contenidos académicos con el desarrollo simultáneo de una lengua extranjera, usualmente el inglés o el francés. En palabras simples: los estudiantes aprenden haciendo, mientras aprenden en otra lengua.
La verdad es que CLIL
ofrece mucho más que bilingüismo. Este modelo sitúa el aprendizaje en
contextos significativos y auténticos, donde los estudiantes se involucran
activamente en la resolución de problemas, la toma de decisiones y el
desarrollo de habilidades transferibles. Tal como lo señalan Navés y Muñoz
(2000), uno de sus mayores logros es motivar a los estudiantes al
permitirles “hacer cosas” y enfrentar retos reales usando la segunda lengua. Y
es que no se trata solo de aprender un idioma, sino de vivirlo, usarlo y
disfrutarlo mientras se adquieren saberes valiosos.
Un aspecto clave —y
muy esperanzador— de este enfoque es que no exige un nivel avanzado de
inglés al iniciar. Gracias a la naturaleza progresiva de CLIL, los
estudiantes van incorporando el idioma mientras aprenden otros contenidos. Esta
característica rompe con la barrera que tradicionalmente impide a muchos
acceder a programas bilingües. En este sentido, se promueve una inclusión
real de personas con diversos niveles de competencia lingüística,
respetando sus ritmos y estilos de aprendizaje.
Además, el programa
está estructurado para desarrollar en sus egresados competencias
comunicativas, investigativas y colaborativas de alto nivel, dentro de un
entorno completamente bilingüe. Esto no solo fortalece su perfil profesional,
sino que los posiciona con ventajas reales en el mercado laboral, cada vez más
exigente en habilidades lingüísticas y pedagógicas.
El acompañamiento de
docentes nacionales e internacionales, con amplia experiencia y formación,
garantiza un proceso de enseñanza centrado en el estudiante, reconociendo
sus diferencias individuales y promoviendo su éxito académico y personal. A
esto se suma una infraestructura educativa moderna: bibliotecas actualizadas,
laboratorios de fonética, salas multimedia, y plataformas virtuales que
enriquecen el proceso de aprendizaje.
Y es que la
experiencia no se limita al aula: a través de convenios con instituciones
bilingües, tanto públicas como privadas, los estudiantes tienen la oportunidad
de realizar prácticas pedagógicas reales, observar clases y comprender
desde adentro cómo funciona el sistema educativo bilingüe. Esta inmersión
fortalece su visión crítica, les da herramientas concretas para transformar la
realidad y los conecta con las demandas urgentes del sistema educativo,
que —según datos recientes— necesita con urgencia docentes bilingües
capacitados y comprometidos.
En última instancia,
este programa busca formar a educadores que no solo enseñen, sino que transformen
vidas, incluida la suya propia. Se aspira a que cada licenciado sea un
agente activo de cambio, capaz de diseñar, implementar y liderar propuestas
formativas que promuevan el desarrollo humano integral y sostenible.
Rasgos que
diferencian este programa
- Formación continua con sentido humano: Se fomenta en los futuros licenciados
una actitud de mejora permanente y compromiso con la calidad de vida de
las personas y la transformación de la sociedad.
- Conocimiento con valor social: El saber no se transmite de forma
neutra, sino que se convierte en herramienta crítica para interpretar y
actuar sobre la realidad social y cultural.
- Identidad, diversidad y pluralidad: Se forma a profesionales sensibles a la
diversidad lingüística y cultural, capaces de promover la
interculturalidad desde el respeto y el aprecio por la diferencia.
- Innovación pedagógica con impacto real: Los egresados están preparados para
proponer y liderar transformaciones en los procesos de enseñanza y
aprendizaje, desde una postura investigativa, reflexiva y propositiva.
En definitiva, este
programa de Licenciatura en Educación Bilingüe responde de manera pertinente,
innovadora y humanista a las necesidades actuales de la educación, tanto a
nivel nacional como internacional. Se trata de una propuesta construida con
base en diagnósticos reales, respaldada por evidencia académica, y diseñada
para contribuir activamente al fortalecimiento del sistema educativo y al
bienestar de nuestras comunidades.
Referencias
Marsh, D.
(1994). Bilingual education and Content and Language Integrated Learning.
International Association for Cross-cultural Communication, Language Teaching
in the Member States of the European Union (Lingua).
Navés, T., &
Muñoz, C. (2000). La enseñanza de materias a través de una lengua extranjera.
En: J. Arnau (Ed.), La enseñanza de lenguas extranjeras en la educación
secundaria obligatoria (pp. 95–116). ICE–Universidad de Barcelona.
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