miércoles, 1 de enero de 2025

La Competencia Comunicativa: Definición, Dimensiones y Subcompetencias en el Uso del Lenguaje

 La competencia comunicativa es un concepto clave en el estudio del lenguaje y la comunicación. Dicha competencia no solo se refiere a la capacidad de producir enunciados gramaticalmente correctos, sino también a la habilidad de utilizarlos de manera adecuada en diferentes contextos sociales y culturales. Según el sociólogo y lingüista Dell Hymes, la competencia comunicativa abarca saber "cuándo hablar, cuándo no, y de qué hablar, con quién, cuándo, dónde, en qué forma" (Hymes, 1996, p. 31). Esto implica no solo el conocimiento de las reglas gramaticales, sino también el entendimiento de los factores socio-culturales que influencian la comunicación, como las normas sociales, los roles de los interlocutores y las convenciones culturales.

Definición y Contexto de la Competencia Comunicativa

En términos más amplios, la competencia comunicativa se entiende como la capacidad de un individuo para comportarse de manera eficaz y adecuada dentro de una comunidad lingüística. Esto involucra el dominio de un conjunto de reglas que no solo abarca la gramática, sino también el uso del lenguaje en función del contexto histórico y cultural. La competencia comunicativa no se limita a la habilidad de construir oraciones correctas, sino que también requiere que los individuos adapten sus mensajes a las circunstancias, de acuerdo con las expectativas y normas que rigen la situación comunicativa.

Dimensiones de la Competencia Comunicativa

Existen diversas dimensiones que definen esta competencia:

  1. Posibilidad formal: Se refiere a la capacidad de producir enunciados lingüísticos que se ajusten a las reglas gramaticales del idioma y del sistema cultural en el que se encuentran (Hymes, 1996). Un ejemplo claro de esto es cuando un hablante sigue la estructura correcta de una oración para expresar una idea coherente.

  2. Factibilidad: Esta dimensión tiene que ver con las limitaciones que enfrenta el individuo, como la edad, la formación o las capacidades cognitivas (memoria, percepción). Estas limitaciones pueden influir en la forma en que se emite, recibe y procesa la información en una comunicación (Canale, 1995).

  3. Adecuación: Un enunciado es adecuado si cumple con las expectativas contextuales de la situación comunicativa. Esto significa que la elección de palabras, el tono y el contenido deben ser apropiados para la situación específica en la que se lleva a cabo la comunicación.

  4. Realización: Esta dimensión se refiere a la aplicación práctica de la competencia comunicativa, es decir, la capacidad de un individuo para poner en práctica lo aprendido y adaptarse a las condiciones de la comunicación real (Hymes, 1996). Por ejemplo, un estudiante de lenguas extranjeras podría responder a una pregunta en un idioma extranjero de forma más elaborada que un hablante nativo, lo que muestra una desconexión entre la teoría y la práctica de la competencia comunicativa.

Subcompetencias Comunicativas de Canale y Swain

Michael Canale (1995) propuso un modelo de subcompetencias que abordan diferentes aspectos de la competencia comunicativa. Según su teoría, la competencia comunicativa abarca tanto el conocimiento del lenguaje como la habilidad para utilizarlo eficazmente en situaciones reales. A continuación, se describen las subcompetencias más relevantes:

  1. Competencia gramatical: Esta subcompetencia implica el conocimiento de las reglas gramaticales, el vocabulario y la pronunciación de un idioma. Los estudiantes deben ser capaces de formar oraciones adecuadas y coherentes para expresar mensajes de manera correcta. Esto incluye también el uso adecuado de la ortografía al escribir.

  2. Competencia sociolingüística: Los estudiantes deben comprender y producir expresiones lingüísticas que respeten las relaciones sociales entre los interlocutores y los factores contextuales como el nivel cultural, social, económico y político de la comunicación. Esta subcompetencia es clave para lograr una interacción efectiva y apropiada.

  3. Competencia discursiva: Se refiere a la habilidad para organizar y conectar ideas de manera coherente y cohesionada en diferentes contextos comunicativos. Los hablantes deben ser capaces de producir textos o discursos que tengan sentido lógico y fluidez, lo que permite que los mensajes sean comprensibles.

  4. Competencia estratégica: Implica el uso de recursos verbales y no verbales para facilitar la comunicación, sobre todo en situaciones donde surgen problemas de comprensión o expresión. Esto incluye el empleo de estrategias para superar barreras lingüísticas o culturales que pueden dificultar la comunicación efectiva (Canale, 1995).

Conclusión

La competencia comunicativa es esencial no solo para dominar un idioma, sino también para interactuar de manera efectiva en diversas situaciones sociales. Las subcompetencias propuestas por Canale y Swain permiten entender de manera más detallada las habilidades necesarias para la comunicación efectiva, desde el conocimiento de la gramática hasta la capacidad de adaptarse a contextos sociales específicos. Así, una persona competente comunicativamente no solo conoce un idioma, sino que también sabe cómo y cuándo usarlo adecuadamente en diferentes contextos, lo que hace que la comunicación sea efectiva y significativa.

Referencias

Canale, M. (1995). Competence and communication in language teaching. University of California, Department of Education.

Hymes, D. (1996). On communicative competence. In J. B. Pride & J. Holmes (Eds.), Sociolinguistics: Selected Readings (pp. 28-46). Penguin.

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