El enfoque por tareas, también conocido como enseñanza comunicativa mediante tareas, es un paradigma que promueve el aprendizaje de un idioma a través de situaciones auténticas y reales. Este enfoque se centra en el uso práctico de la lengua en el aula, con el objetivo de fomentar la comunicación genuina entre los estudiantes. Según el Diccionario de términos claves de ELE, publicado por el Instituto Cervantes, el propósito de este enfoque es "fomentar el aprendizaje mediante el uso real de la lengua en el aula y no solo mediante la manipulación de unidades de sus diversos niveles de descripción" (CVC, 2017, en línea). Es decir, se busca que los estudiantes no solo comprendan estructuras lingüísticas, sino que las utilicen de manera funcional y efectiva en contextos reales de comunicación.
¿Qué es una Tarea Comunicativa?
Una tarea comunicativa es una actividad lingüística diseñada para promover la comunicación auténtica. Su principal objetivo es facilitar la transferencia de las habilidades adquiridas en el aula hacia situaciones reales fuera de él. Así, se busca que los estudiantes puedan aplicar lo aprendido de manera práctica, lo que implica que las actividades no se limitan a ejercicios aislados, sino que deben simular condiciones similares a las de la vida diaria. Este enfoque pone énfasis en los resultados de los procesos comunicativos, lo que permite a los estudiantes tomar un papel más activo y autónomo en su aprendizaje.
Características de la Tarea Comunicativa
Según Zanón (1990), una tarea comunicativa posee varias características fundamentales:
- Representa los procesos de comunicación de la vida real: Las tareas deben simular situaciones cotidianas donde el lenguaje se usa de manera práctica y efectiva.
- Es identificable como una unidad de actividad en el aula: Las tareas deben ser actividades claras y estructuradas que los estudiantes puedan identificar como parte de su proceso de aprendizaje.
- Está dirigida intencionalmente hacia el aprendizaje de la lengua: Cada tarea tiene como fin el aprendizaje de la lengua, más allá de la mera práctica de estructuras gramaticales.
- Está diseñada con un objetivo, estructura y secuencia de trabajo: Las tareas tienen una planificación previa que define su propósito y el modo en que se llevará a cabo.
El Instituto Cervantes también añade otras características esenciales en su Plan Curricular (1994):
- Las tareas deben fomentar la práctica de procesos de comunicación en el aula.
- Deben facilitar la transferencia de la práctica a situaciones reales fuera del aula.
- Es necesario que integren diversas destrezas lingüísticas, como hablar, escuchar, leer y escribir.
- Además, deben promover que los estudiantes asuman responsabilidad sobre su propio proceso de aprendizaje, lo cual fomenta su autonomía.
Condiciones de Aprendizaje
Willis (1996) señala que, para que el aprendizaje mediante el enfoque por tareas sea efectivo, se deben cumplir ciertas condiciones. Estas son:
- Exposición adecuada a la lengua: Los estudiantes deben estar expuestos a ejemplos reales y adecuados de la lengua, tanto orales como escritos.
- Uso de la lengua para realizar actividades: Es necesario que los estudiantes utilicen la lengua no solo como un fin de aprendizaje, sino como una herramienta para lograr objetivos prácticos.
- Motivación: La motivación de los estudiantes es fundamental para que se involucren activamente en la tarea, ya sea leyendo, escribiendo, hablando o escuchando.
- Instrucción sobre características formales de la lengua: Aunque la instrucción formal es importante, no es esencial. Lo crucial es la exposición y uso de la lengua en contextos reales, ya que estas condiciones son imprescindibles para el aprendizaje.
Rasgos de la Tarea Comunicativa
Las tareas comunicativas deben contar con ciertos rasgos que faciliten su efectividad en el aula. Según el enfoque pedagógico de este paradigma, una tarea debe:
- Tener una estructura adecuada: La tarea debe estar organizada de manera que sea comprensible y alcanzable para los estudiantes.
- Ser abierta y flexible: Debe permitir la intervención activa de los estudiantes, tanto en el desarrollo como en los resultados de la tarea, promoviendo su participación y creatividad.
- Enfocarse en el contenido del mensaje: Los estudiantes deben concentrarse principalmente en el mensaje que están transmitiendo, y no tanto en la forma lingüística, aunque también se debe proporcionar espacio para reflexionar sobre esta.
- Facilitar momentos de atención a la forma: Aunque el contenido es lo más importante, también deben existir oportunidades para que los estudiantes reflexionen sobre la estructura del idioma mientras lo usan.
Categorías de las Tareas Comunicativas
Prabhu (1987) clasifica las tareas en tres categorías principales:
- Actividades de vacío de información: Estas tareas implican la transferencia de información de una persona a otra, o de un formulario a otro. Se enfocan en la decodificación y codificación de información en la lengua meta.
- Actividades de opinión: En este tipo de actividades, los estudiantes deben identificar y expresar sus preferencias, sentimientos o actitudes en respuesta a situaciones específicas.
- Actividades de razonamiento: Estas tareas exigen que los estudiantes obtengan información nueva a partir de una información dada, utilizando procesos de inferencia, deducción o razonamiento práctico.
Conclusión
El enfoque por tareas es una herramienta poderosa para la enseñanza de idiomas, ya que conecta el aprendizaje de la lengua con situaciones reales de comunicación. Este enfoque no solo promueve el uso práctico del idioma, sino que también fomenta la autonomía de los estudiantes, la integración de habilidades lingüísticas y la transferencia de los conocimientos adquiridos en el aula a la vida cotidiana. La clave de su éxito radica en diseñar tareas que sean auténticas, motivadoras y que permitan a los estudiantes practicar y reflexionar sobre el idioma de manera significativa.
Referencias
Cervantes, I. (2017). Diccionario de términos claves de ELE. Instituto Cervantes. Recuperado de https://cvc.cervantes.es
Prabhu, N. (1987). Second language pedagogy. Oxford University Press.
Willis, J. (1996). A Framework for Task-based Learning. Longman.
Zanón, J. (1990). La enseñanza de idiomas basada en tareas comunicativas. Ediciones SM.
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