miércoles, 1 de enero de 2025

El Proyecto de Lenguas Modernas del Consejo de Europa: Expansión de la Enseñanza Comunicativa de la Lengua

 El Consejo de Europa ha establecido un enfoque innovador para la enseñanza de lenguas extranjeras a través de su Proyecto de Lenguas Modernas, que promueve un modelo de aprendizaje comunicativo. Este modelo se basa en la capacidad de los estudiantes para interactuar de manera efectiva en situaciones cotidianas, utilizando el idioma en contextos reales y significativos. Uno de los elementos clave dentro de este proyecto es el "Nivel Umbral", que tiene como objetivo determinar el nivel mínimo de competencia comunicativa necesario para poder participar activamente en la vida diaria.

El Nivel Umbral: Dominio Básico para la Comunicación Cotidiana

El concepto de Nivel Umbral hace referencia al conjunto de habilidades comunicativas que un estudiante debe alcanzar para poder usar un idioma de manera funcional en situaciones sociales comunes. Según Peter Slagter, uno de los expertos en el campo, este nivel permite "establecer y mantener relaciones sociales con hablantes de la lengua extranjera" y, de manera más amplia, "pasar el umbral que le separa de la comunidad que habla la lengua extranjera" (Slagter, 2002). Es decir, el objetivo es que el estudiante sea capaz de comprender y producir un lenguaje adecuado para situaciones cotidianas, como realizar compras, pedir direcciones, o hacer planes con amigos, sin necesidad de ser un experto en la lengua.

Este enfoque, que va más allá de la simple memorización de vocabulario o reglas gramaticales, pone el énfasis en la práctica del idioma en situaciones reales. Los estudiantes no solo aprenden a reconocer y producir estructuras lingüísticas, sino también a interactuar de forma efectiva con otros hablantes, adaptando su lenguaje según las circunstancias y la relación con los interlocutores.

Fundamentos Lingüísticos: Sociolingüística y Pragmática

El aprendizaje de una lengua no se limita únicamente a la adquisición de palabras y frases. La sociolingüística y la pragmática son dos áreas fundamentales dentro de este enfoque comunicativo.

  • Sociolingüística: Esta disciplina se interesa por el impacto de factores sociales y culturales en el uso del lenguaje. Aspectos como la edad, el género, la clase social, la educación, e incluso el contexto geográfico y temporal influyen en cómo se produce y se interpreta un enunciado. Por ejemplo, en algunas culturas, el uso de formalidades lingüísticas puede ser esencial para mostrar respeto, mientras que en otras, un enfoque más informal puede ser más apropiado (Gumperz, 1982).

  • Pragmática: Este campo de estudio se enfoca en cómo los hablantes producen e interpretan mensajes dentro de contextos específicos. A diferencia de la gramática, que se centra en las reglas formales del idioma, la pragmática considera factores extralingüísticos, como las intenciones de los hablantes, el contexto de la comunicación, y el conocimiento compartido entre los interlocutores. Un ejemplo práctico de pragmática sería el uso de un saludo: el "buenos días" que se dice en una tienda puede implicar no solo una simple cortesía, sino también una invitación a interactuar o una muestra de disposición a ayudar.

Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER)

Para medir el progreso en el aprendizaje de una lengua extranjera, el Consejo de Europa ha establecido el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER), un documento que proporciona un estándar común para evaluar la comprensión y expresión oral y escrita. Este marco es fundamental para la creación de programas educativos y para la evaluación del rendimiento lingüístico de los estudiantes en diferentes contextos.

El MCER está estructurado en seis niveles, que se organizan en una escala progresiva, que va desde el usuario básico (Nivel A) hasta el usuario competente (Nivel C). Estos niveles se dividen en descriptores que especifican las capacidades comunicativas que un estudiante debe alcanzar en diversas actividades, tanto orales como escritas. El MCER también define las competencias generales y comunicativas necesarias para realizar tareas lingüísticas, abarcando desde la recepción de información hasta la producción de textos complejos.

Estructura y Enfoque Comunicativo del MCER

El MCER pone un fuerte énfasis en el enfoque comunicativo, que considera al estudiante como un "usuario" del idioma dentro de una sociedad. De acuerdo con este enfoque, no solo se especifican las tareas que el estudiante debe ser capaz de realizar, sino también las competencias necesarias para desempeñarlas de manera efectiva. Estas competencias no solo incluyen el conocimiento de vocabulario y gramática, sino también la capacidad de interactuar en situaciones de la vida cotidiana, adaptando el lenguaje según el contexto y los interlocutores.

Niveles de Referencia del MCER

El MCER establece tres grandes niveles de competencia, que se subdividen en los siguientes niveles de referencia:

  1. Nivel A: Usuario Básico

    • A1 (Acceso): El estudiante puede comprender y utilizar expresiones cotidianas.
    • A2 (Plataforma): El estudiante puede interactuar en situaciones sencillas que requieren un intercambio directo de información.
  2. Nivel B: Usuario Independiente

    • B1 (Umbral): El estudiante es capaz de comprender y producir textos sencillos sobre temas familiares.
    • B2 (Avanzado): El estudiante puede interactuar con fluidez y espontaneidad en una variedad de situaciones.
  3. Nivel C: Usuario Competente

    • C1 (Dominio Operativo Eficaz): El estudiante puede expresarse de manera fluida y precisa en situaciones complejas.
    • C2 (Maestría): El estudiante tiene un dominio completo y detallado del idioma.

Conclusión

El Proyecto de Lenguas Modernas del Consejo de Europa y el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas ofrecen un enfoque detallado y accesible para el aprendizaje de idiomas, poniendo el énfasis en la competencia comunicativa y las habilidades necesarias para participar activamente en la vida cotidiana. Este modelo promueve una enseñanza dinámica que no solo se enfoca en la teoría del idioma, sino también en su uso práctico en situaciones reales, lo que mejora la capacidad de los estudiantes para comunicarse de manera efectiva en su entorno social y profesional.

Referencias

Gumperz, J. (1982). Discourse Strategies. Cambridge University Press.
Slagter, P. (2002). The Threshold Level: A New Approach to Language Teaching. Council of Europe.

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