1. Lineamientos teóricos, metodológicos y objetivos del PNB
El Programa Nacional
de Bilingüismo (PNB) en Colombia, vigente entre 2004 y 2019, se planteó como
una estrategia para el fortalecimiento de la competitividad a través del
dominio del inglés como lengua extranjera. Enmarcado en el contexto de la
globalización y la autonomía educativa del siglo XXI, el PNB respondió al
objetivo general de mejorar las competencias comunicativas en inglés en todos
los niveles educativos, desde preescolar hasta la educación superior y la
formación para el trabajo.
Teóricamente, el
programa se sustentó en una visión instrumentalista del bilingüismo, asociada
al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER), estableciendo
metas claras: estudiantes de grado 11 con nivel B1, profesores de inglés con
nivel B2, futuros docentes con B2+/C1 y estudiantes universitarios no
especializados con nivel B2.
Metodológicamente, el
enfoque se centró en la estandarización de competencias y la implementación de
pruebas de certificación, sin una planificación pedagógica articulada con las
realidades locales.
2. Ventajas del PNB
La verdad es que el
PNB generó una serie de beneficios importantes. Por un lado, posicionó el
inglés como una prioridad nacional, lo que impulsó la elaboración de
estándares, lineamientos curriculares y programas de formación docente. Además,
promovía la idea de que el dominio de una segunda lengua puede aumentar las
oportunidades laborales, educativas y de movilidad social, abriendo puertas a
muchos colombianos.
En instituciones con
mejores recursos, el programa logró establecer prácticas pedagógicas
innovadoras, capacitaciones, y espacios de enseñanza bilingüe. Como señalan
Miranda y Echeverry (2011), los liderazgos institucionales comprometidos
facilitaron la creación de ambientes de aprendizaje más enriquecidos.
3. Desventajas y
críticas más relevantes
Sin embargo, el PNB
también suscitó fuertes críticas. Mejía (2006) considera que limitar el
concepto de bilingüismo al inglés y al español reproduce una visión
reduccionista de la diversidad lingüística y cultural del país. En ese sentido,
la iniciativa deja de lado lenguas indígenas y otras formas de multilingüismo
que deberían estar protegidas y promovidas.
Por su parte, Cárdenas
(2006) cuestiona las condiciones estructurales que impidieron un desarrollo
efectivo del programa: escasez de docentes cualificados, materiales
insuficientes, aulas superpobladas y pocas horas de enseñanza de inglés.
Además, advierte sobre la imposición de exámenes sin una discusión profunda
sobre el currículo o metodologías pertinentes.
Sánchez y Obando
(2008) complementan esta visión al indicar que incluso profesores con alto
nivel de competencia enfrentaban barreras como la falta de recursos, la gran
diversidad de estudiantes y tiempos limitados. Para ellos, el éxito de una
política lingüística depende más de las condiciones reales de enseñanza que de
metas estandarizadas.
Usma (2009) va más
allá y plantea que el PNB generó procesos de exclusión social. Al centrarse en
la certificación y la estandarización, favoreció a ciertas instituciones y
estudiantes en detrimento de otros. Este enfoque, según el autor, consolidó un
mercado lucrativo alrededor del inglés que benefició a entidades certificadoras
extranjeras, sin fortalecer el conocimiento local ni promover una equidad
educativa.
4. Reflexiones
finales y perspectivas futuras
La implementación del
PNB fue, sin duda, una apuesta ambiciosa. Y es que, aunque se cometieron
errores en su concepción y ejecución, también se generaron oportunidades
valiosas. Como señala Mejía (2011), si el Programa logra contribuir al
reconocimiento de la alteridad y al fortalecimiento de la diversidad cultural y
lingüística, puede verse como una herramienta para la transformación social.
El camino a seguir
implica revisar sus fundamentos, repensar sus metas y rediseñar estrategias
desde una visión inclusiva, intercultural y situada. Esto requiere integrar
lenguas indígenas, reconocer otros bilingüismos, y adaptar las metas a las
realidades locales, promoviendo condiciones equitativas para todos los actores
del sistema educativo.
Referencias
Cárdenas,
M. (2006). Bilingual Colombia: Are we ready for it? What is needed?
[Conference presentation]. 19th EA Annual Education Conference. http://www.englishaustralia.com.au/ea_conference2006/proceedings/pdf/Cardenas.pdf
Mejía, A.
M. de (2006). Bilingual education in Colombia: Towards a recognition of
languages, cultures and identities. Colombian Applied Linguistics Journal, 8,
152–168.
Mejía, A.
M. de (2011). The National Bilingual Programme in Colombia: Imposition of
opportunity? Apples - Journal of Applied Language Studies, 5(3), 7–17.
Miranda,
N., & Echeverry, A. (2011). La
gestión escolar en la implementación del Programa Nacional de Bilingüismo en
instituciones educativas privadas de Cali (Colombia). ÍKALA, Revista de
Lenguaje y Cultura, 16(29), 67–125.
Sánchez, A., &
Obando, G. (2008). Is
Colombia ready for “bilingualism”? PROFILE: Issues in Teachers’ Professional
Development, 9, 181–195.
Usma, W.
(2009). Education and language policy in Colombia: Exploring processes of
inclusion, exclusion, and stratification in times of global reform. PROFILE: Issues in Teachers’ Professional
Development, 11, 123–141.
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