El Programa de Educación Intercultural y Bilingüe (PEIB) en Colombia representa una apuesta educativa profundamente alineada con los principios de inclusión, equidad y reconocimiento de la diversidad cultural y lingüística del país. Este programa no solo busca promover la enseñanza de lenguas extranjeras —especialmente el inglés como lengua franca global—, sino también revitalizar y visibilizar las lenguas nativas, criollas y de señas como parte esencial de la identidad nacional. La verdad es que este enfoque va mucho más allá del simple aprendizaje de idiomas: es una propuesta transformadora para repensar la educación desde el territorio, el contexto y la pluralidad.
Lineamientos
teóricos
Desde una perspectiva
teórica, el PEIB se apoya en enfoques socioculturales del lenguaje y la
educación bilingüe. Investigadores como Jim Cummins (2000) han planteado
la importancia del bilingüismo aditivo, en donde aprender una segunda lengua
fortalece y no reemplaza la lengua materna. Asimismo, Ofelia García (2009)
introduce el concepto de translanguaging, que resuena fuertemente con el
enfoque del PEIB, al permitir a los estudiantes movilizar todos sus recursos
lingüísticos de forma integrada para construir conocimiento y significar el
mundo.
El PEIB también
encuentra respaldo en teorías críticas del currículo (Apple, 1999), que
reconocen la necesidad de adaptar la educación a los saberes y contextos
locales, superando modelos homogéneos y hegemónicos que tradicionalmente han
marginado a comunidades indígenas, afrodescendientes y rurales.
Enfoques
metodológicos
Metodológicamente, el
PEIB promueve un enfoque intercultural, territorial y diferencial,
centrado en el reconocimiento de las identidades culturales y lingüísticas
diversas. Esto implica, por ejemplo, que el aprendizaje del inglés no se impone
como una lengua dominante, sino que se introduce como una herramienta
complementaria para la comunicación global, mientras se protege y valora el
patrimonio lingüístico local.
Entre las estrategias
destacadas están:
- Formación docente in situ a través de Centros
de Inmersión en Lengua Extranjera.
- Acompañamiento continuo con recursos
pedagógicos físicos y digitales, incluso en zonas rurales.
- Mentorías para directivos y docentes en
prácticas de educación intercultural.
- Construcción de una política pública
intercultural y bilingüe, basada en la caracterización de los
territorios.
Estas estrategias
permiten una implementación más contextualizada, pertinente y sostenible.
Objetivos
principales
El PEIB persigue una
serie de objetivos ambiciosos, pero profundamente necesarios:
- Superar las brechas de desigualdad social
mediante una educación lingüísticamente inclusiva.
- Promover el multilingüismo como un derecho
y una oportunidad de desarrollo.
- Reconfigurar el aprendizaje de lenguas
como medio para la comunicación, la interacción intercultural y la
generación de nuevas posibilidades educativas, laborales y personales.
Y es que aprender una
lengua no es solo adquirir estructuras gramaticales: es abrir ventanas al mundo
y tender puentes entre culturas.
Ventajas y desafíos
del PEIB
Entre sus ventajas más significativas se destacan:
- El empoderamiento de comunidades
marginadas al reconocer sus lenguas como válidas y valiosas.
- El fortalecimiento del tejido social y
cultural, promoviendo el diálogo entre lo local y lo global.
- El desarrollo de competencias
comunicativas complejas, útiles para la vida académica, social y
profesional.
Sin embargo, también
existen desafíos importantes:
- La falta de formación especializada
en educación intercultural y bilingüe para todos los docentes del país.
- Las limitaciones en infraestructura
tecnológica y conectividad, especialmente en zonas rurales.
- El riesgo de implementación superficial
o simbólica, si no se acompaña de políticas sólidas y recursos
sostenibles.
Como señala De Mejía
(2006), la educación bilingüe no puede ser un simple adorno curricular; debe
ser una política integral que transforme las prácticas pedagógicas y las
estructuras institucionales.
Conclusión
El PEIB tiene el
potencial de transformar la educación en Colombia desde una perspectiva ética,
pedagógica y cultural. Su implementación requiere compromiso político,
inversión sostenida y un trabajo profundo con las comunidades. La
interculturalidad no se enseña en abstracto: se construye en el aula, en la
vida cotidiana, en el respeto por la voz del otro. En otras palabras, el
bilingüismo intercultural puede ser una semilla poderosa para la justicia
social, siempre que lo cuidemos con conocimiento, sensibilidad y decisión.
Referencias
- Cummins, J. (2000). Language,
power, and pedagogy: Bilingual children in the crossfire. Multilingual Matters.
- De Mejía, A. M. (2006). Bilingual
education in Colombia: Towards an integrated perspective. Íkala, Revista de Lenguaje y Cultura,
11(17), 205-234.
- García, O. (2009). Bilingual
education in the 21st century: A global perspective. Wiley-Blackwell.
- Ministerio de Educación Nacional. (1994). Ley
115 de 1994. Ley General de Educación. https://www.mineducacion.gov.co/
- Ministerio de Educación Nacional. (2013). Ley
1651 de 2013. https://www.mineducacion.gov.co/
- Ministerio de Educación Nacional. (2016). Plan
Nacional Decenal de Educación 2016-2026. https://www.plandecenal.edu.co/
- Departamento Nacional de Planeación.
(2022). Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026. https://www.dnp.gov.co/