La verdad es que enseñar en entornos virtuales va mucho más allá de compartir diapositivas y asignar tareas. Para formar desde la pantalla, necesitamos comprender cómo aprenden nuestras y nuestros estudiantes cuando interactúan con textos, sonidos e imágenes. Y es que en este punto la teoría cognitiva del aprendizaje multimedia de Richard E. Mayer (2005) nos ofrece una luz clara y potente.
Este modelo,
profundamente arraigado en la psicología cognitiva, sostiene que las personas
aprendemos mejor cuando la información se presenta de forma combinada: es
decir, cuando palabras e imágenes se entrelazan para activar simultáneamente
nuestros dos canales de procesamiento: el verbal y el visual. Cada uno de estos
canales tiene una capacidad limitada, por lo que la sobrecarga en uno solo
puede obstaculizar el aprendizaje. Pero si logramos distribuir el contenido
entre ambos, facilitamos la comprensión, el recuerdo y, lo más importante, la
transferencia a contextos reales.
Tres memorias, dos
canales y un mismo propósito: aprender profundamente
Mayer distingue tres
tipos de memoria: sensorial, de trabajo y a largo plazo. La información entra
por los sentidos (memoria sensorial), es procesada activamente (memoria de
trabajo) y, si logramos integrarla significativamente, se almacena y consolida
(memoria a largo plazo).
En este camino, el
aprendizaje significativo ocurre cuando el estudiante selecciona los elementos
relevantes, los organiza en modelos mentales y los integra con lo que ya sabe.
Esta es la esencia de su modelo: activar ambos canales, sin sobrecargarlos, para
construir conocimiento duradero.
Principios que
orientan la práctica docente
Diseñar materiales
para la educación virtual no es improvisar recursos atractivos, sino seguir
principios basados en evidencia. Mayer propone once que resultan
particularmente valiosos:
- Multimedia: Aprendemos mejor con palabras e imágenes
combinadas que con palabras solas.
- Contigüidad espacial: Imágenes y textos relacionados deben
estar juntos en la pantalla.
- Contigüidad temporal: La información verbal y visual debe
aparecer al mismo tiempo.
- Modalidad: Es preferible usar narraciones con
imágenes antes que textos escritos con imágenes.
- Redundancia: Evita usar narración y texto escrito a
la vez junto a imágenes; menos, en este caso, es más.
- Coherencia: Elimina cualquier palabra, imagen o
sonido que no aporte al contenido.
- Señalización: Usa pistas visuales o auditivas que
orienten la atención.
- Segmentación: Divide el contenido en partes pequeñas y
navegables.
- Pre-entrenamiento: Presenta previamente los conceptos clave
para activar el conocimiento previo.
- Personalización: Utiliza un lenguaje cercano, humano y
contextualizado.
- Voz: Una voz humana real es más eficaz que una sintética o robótica.
El corazón
pedagógico de lo multimedia
Implementar esta
teoría va mucho más allá de saber "qué hacer"; implica también
preguntarse "para qué" lo hacemos. Diseñar recursos digitales con
Mayer en mente implica un compromiso pedagógico y ético con nuestros
estudiantes. Se trata de crear experiencias que respeten sus tiempos
cognitivos, reconozcan su diversidad y, sobre todo, que conecten con su vida
diaria.
Pensemos en esto: ¿qué
recordamos mejor, una explicación monótona con texto plano, o una historia que
combina narración con imágenes evocadoras? Cuando se trata de enseñar, los
sentidos cuentan, y contar con ellos nos humaniza.
Conclusión: diseñar
para comprender, comprender para transformar
Aplicar la teoría de
Mayer es una invitación a planear desde la comprensión, no desde la impresión.
Significa diseñar materiales que hablen con el estudiante, no que le griten
información. Y eso, queridos maestros en formación, es un acto profundamente pedagógico
y humano.
Referencias
Mayer, R. E. (2005). The Cambridge handbook of multimedia
learning. Cambridge
University Press.
Mayer, R.
E. (2009). Multimedia learning (2nd ed.). Cambridge University Press.
Sweller,
J., Ayres, P., & Kalyuga, S. (2011). Cognitive load theory.
Springer.
Moreno, R.,
& Mayer, R. E. (2007). Interactive multimodal learning environments. Educational
Psychology Review, 19(3), 309–326.
https://doi.org/10.1007/s10648-007-9047-2
Clark, R.
C., & Mayer, R. E. (2016). E-learning and the science of instruction:
Proven guidelines for consumers and designers of multimedia learning (4th
ed.). Wiley.
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