sábado, 11 de octubre de 2025

La teoría de Cannon-Bard: una mirada integrada desde la mente, el cerebro y el cuerpo

 A veces sentimos que el corazón se acelera y, casi al mismo tiempo, una ola de emoción nos recorre por dentro. ¿Qué ocurre primero: la emoción o la respuesta del cuerpo? La verdad es que esta pregunta —tan simple y tan profunda— marcó uno de los debates más apasionantes en la historia de la psicología. Y es que, a comienzos del siglo XX, Walter Cannon y Philip Bard revolucionaron nuestra manera de entender las emociones al proponer que la mente, el cerebro y el cuerpo actúan de forma simultánea e integrada.

1. Un nuevo paradigma emocional

La teoría de Cannon-Bard sostiene que las emociones y las respuestas fisiológicas ocurren al mismo tiempo, no una después de la otra. Es decir, cuando vivimos una experiencia emocional —como el miedo, la alegría o la tristeza—, nuestro cerebro activa de forma paralela tanto la sensación consciente como las reacciones físicas del cuerpo (Cannon, 1927; Bard, 1938).

Esto contrasta directamente con la teoría previa de James-Lange, que afirmaba que primero se producen los cambios corporales (por ejemplo, el aumento del ritmo cardíaco o las lágrimas) y después “sentimos” la emoción como consecuencia. Cannon y Bard desafiaron esta idea con evidencia experimental: observaron que las respuestas fisiológicas no son lo bastante específicas para explicar emociones tan diversas. Por ejemplo, el cuerpo puede reaccionar de forma similar ante el miedo y la ira (Díaz, 2010).

En cambio, la teoría de Cannon-Bard plantea que el cerebro —especialmente el tálamo y el hipotálamo— desempeña un papel central. Cuando un estímulo emocional aparece, el tálamo envía señales simultáneamente al córtex cerebral (donde se experimenta la emoción consciente) y al sistema nervioso autónomo (que desencadena las respuestas corporales).

En otras palabras: sentimos y reaccionamos al mismo tiempo. No lloramos porque estamos tristes ni estamos tristes porque lloramos; ambos procesos coexisten como parte de una misma danza neurofisiológica.

2. La emoción como evento cognitivo y adaptativo

Cannon y Bard comprendieron algo esencial: las emociones no son solo reacciones biológicas, sino eventos cognitivos que facilitan la adaptación al entorno (Fernández et al., 2010). Gracias a ellas, el ser humano puede evaluar, interpretar y responder de forma rápida y ajustada ante los desafíos del medio.

Por ejemplo, el miedo nos alerta de un peligro inminente, la alegría nos impulsa a conectar y el enfado nos moviliza para defender límites. En este sentido, la emoción prepara al organismo para actuar, integrando lo mental, lo corporal y lo conductual en un único sistema coordinado (Aguado, 2005).

Este enfoque anticipa la visión actual de la psicología cognitiva y de la neurociencia afectiva, donde se reconoce que la mente y el cuerpo no son entidades separadas, sino expresiones complementarias de un mismo proceso vital.

3. Críticas y argumentos frente a James-Lange

Cannon y Bard no solo propusieron una nueva teoría: también señalaron cinco críticas contundentes a la de James-Lange.

  1. Los cambios corporales no son imprescindibles para sentir una emoción; incluso si se interrumpen ciertas vías nerviosas, las emociones pueden seguir apareciendo.
  2. No existen patrones fisiológicos únicos para cada emoción. La respuesta corporal del miedo, la ira o la sorpresa puede ser prácticamente idéntica.
  3. Las sensaciones corporales son más lentas que la experiencia emocional; el cuerpo reacciona, sí, pero el sentimiento aparece de forma casi inmediata.
  4. La activación voluntaria del cuerpo (como aumentar el pulso a propósito) no genera emociones auténticas.
  5. La activación emocional es general y difusa, no localizada en órganos específicos, lo que sugiere una base cerebral común: el tálamo (Cannon, 1927).

Estas observaciones cimentaron la idea de que la emoción tiene un núcleo central en el sistema nervioso, y que la consciencia emocional emerge del cerebro tanto como del cuerpo.

4. Mente, cerebro y cuerpo: un sistema integrado

Desde la perspectiva actual, la teoría de Cannon-Bard puede verse como un puente entre la biología y la psicología. El cerebro actúa como un integrador que coordina las señales cognitivas, fisiológicas y conductuales, manteniendo el equilibrio interno —la homeostasis— ante los desafíos del entorno.

Esta visión resulta especialmente relevante para educadores y docentes que buscan desarrollar competencias socioemocionales en el aula. Comprender que las emociones no son debilidades, sino respuestas integradas que favorecen la adaptación, permite acompañar mejor a los estudiantes en su crecimiento emocional.

Además, hay que reconocer que mente, cerebro y cuerpo funcionan como un sistema unido nos ayuda a fomentar prácticas pedagógicas más humanas, empáticas y resilientes. Y es que, en definitiva, educar también es aprender a sentir y a pensar al mismo tiempo.

5. Reflexión final

La teoría de Cannon-Bard no solo cambió la historia de la psicología; también nos dejó una lección profunda: las emociones no se piensan después de sentirlas, ni se sienten después de pensarlas. Surgen como una sinfonía entre la mente, el cerebro y el cuerpo, recordándonos que la inteligencia emocional no se enseña solo con palabras, sino con presencia, comprensión y conexión humana.

📚 Referencias

Aguado, L. (2005). Emoción, afecto y motivación. Alianza Editorial.

Bard, P. (1938). A diencephalic mechanism for the expression of rage with special reference to the sympathetic nervous system. American Journal of Physiology, 84(3), 490–515.

Cannon, W. B. (1927). The James-Lange theory of emotions: A critical examination and an alternative theory. The American Journal of Psychology, 39(1/4), 106–124.

Díaz, A. (2010). Teorías de las emociones. Innovación y experiencias educativas, 29, 1–12.

Fernández, E. G., García, B., Jiménez, M. P., Martín, M. D., & Domínguez, F. J. (2010). Psicología de la emoción. Editorial Universitaria Ramón Areces.

The Psychology Notes HQ. (2013). Cannon–Bard Theory of Emotion. Online Resources for Psychology Students.

 

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