La verdad es que cada día tomamos cientos de decisiones —desde cómo reaccionar ante un alumno frustrado hasta cómo resolver un conflicto en el aula—, y aunque solemos pensar que decidimos con la cabeza, Antonio Damasio nos mostró que también decidimos con el cuerpo. Su hipótesis del marcador somático (HMS) cambió la forma de entender la relación entre emoción, mente y razón: propuso que las emociones, lejos de ser un obstáculo, son una brújula fisiológica que guía el juicio y el comportamiento humano (Damasio, 1994, 1999, 2018).
Comprender esta
interacción es esencial para los educadores, porque en la escuela no solo se
enseña a pensar: también se enseña a sentir, interpretar y decidir con
equilibrio. Y es que desarrollar las competencias socioemocionales implica
reconocer que la mente, el cerebro y el cuerpo trabajan como un solo
sistema.
1. Conceptos clave:
emoción, sentimiento y cuerpo en interacción
Damasio distingue
entre emoción y sentimiento.
- La emoción es la reacción
corporal automática ante un estímulo (por ejemplo, un sobresalto o una
sonrisa).
- El sentimiento, en cambio, es la percepción
consciente de esa emoción; es cuando nos damos cuenta de cómo nos
sentimos y le damos un significado (Damasio, 1999).
Ambos procesos se
sostienen sobre una red que integra sistemas cerebrales, corporales y
cognitivos. El cuerpo —a través del sistema nervioso autónomo, las vísceras
y la piel— genera señales fisiológicas (sudoración, palpitaciones,
tensión muscular) que son procesadas en el cerebro y devueltas como experiencia
subjetiva. Esta sincronía mente-cuerpo garantiza la homeostasis, el
equilibrio emocional necesario para actuar con sensatez y empatía (Bechara
& Damasio, 2004).
2. El origen de la
hipótesis del marcador somático
La HMS nació con El
error de Descartes (1994), donde Damasio cuestionó la vieja idea dualista
según la cual la mente era independiente del cuerpo. Propuso, por el contrario,
que las emociones son un componente esencial del pensamiento racional.
A partir de su trabajo
clínico con pacientes con lesiones frontales —personas que conservaban la
inteligencia pero perdían la capacidad de decidir con acierto—, Damasio observó
que el razonamiento lógico no basta. Sin emoción corporal, la decisión
se paraliza.
El ejemplo más
conocido es el “Iowa Gambling Task”, diseñado por Damasio y Bechara
(1994), en el que los participantes aprenden, sin saberlo, a evitar opciones
arriesgadas porque sus cuerpos anticipan el error con cambios fisiológicos:
sudor en las manos, aceleración cardíaca, tensión. El cuerpo “sabe” antes que
la mente.
3. ¿Cómo funcionan
los marcadores somáticos?
Los marcadores
somáticos son señales corporales asociadas a emociones previas que
se reactivan ante decisiones futuras. Si una experiencia nos generó miedo o
alivio, las sensaciones físicas que la acompañaron quedan almacenadas en la
memoria emocional. Cuando enfrentamos una situación parecida, esas sensaciones
resurgen y marcan (orientan) nuestra elección (Damasio, 1996). Por
ejemplo:
- Un docente que recuerda el estrés de una
clase caótica sentirá una leve tensión corporal antes de repetir
estrategias ineficaces, lo que puede motivarlo a probar un enfoque
distinto.
- O, en el aula, un estudiante que asocia
una exposición oral con ansiedad sentirá esa misma incomodidad al hablar
frente al grupo. Si logra reconocer el marcador, puede aprender a
regularlo.
En términos simples,
el cuerpo actúa como una memoria emocional predictiva que guía
decisiones antes de que intervenga el razonamiento consciente. Es lo que,
coloquialmente, llamamos “corazonadas”.
4. Implicaciones
educativas y estrategias prácticas
4.1. La emoción
como brújula pedagógica
La HMS sugiere que toda
decisión didáctica o disciplinaria implica un componente emocional. En la
práctica, esto significa que la autorregulación emocional no solo mejora
el bienestar, sino también la calidad de las decisiones docentes y
estudiantiles (Márquez et al., 2013).
4.2. Estrategias
aplicadas al aula
- Rutinas de interocepción: antes de iniciar una clase exigente,
invitar al grupo a notar cómo se siente el cuerpo: respiración, postura,
tensión. Esto afina la conciencia corporal, clave del marcador somático.
- Diarios emocionales breves: al final del día, los alumnos pueden
anotar una decisión que tomaron y cómo se sintieron. Así reconocen cómo la
emoción influye en la conducta.
- “Semáforo emocional”: rojo = necesito pausa; amarillo = me
siento inseguro; verde = listo para actuar. Favorece la toma de decisiones
autorreguladas y empáticas.
- Modelado docente: cuando el profesorado verbaliza cómo
maneja una emoción (“me sentí frustrado, respiré y busqué otra forma”),
enseña regulación emocional en acción.
Estas prácticas
integran cognición, emoción y cuerpo, promoviendo una toma de decisiones
consciente y humanizada.
5. Críticas y
consideraciones
La HMS ha sido
enormemente influyente, pero también ha recibido críticas. Algunos autores
señalan que la toma de decisiones depende de una interacción más
compleja entre emoción, cognición y contexto, y que los marcadores
somáticos son solo una parte del sistema (Dunn et al., 2006).
Además, los
experimentos del Iowa Gambling Task no explican por completo las
diferencias individuales ni las condiciones culturales que modulan la respuesta
emocional. Aun así, la hipótesis de Damasio ha inspirado modelos actuales de neuroeducación
y aprendizaje emocional, que reconocen al cuerpo como un componente activo
del pensamiento.
6. Cierre: una
pedagogía con cuerpo
En resumen, pensar,
sentir y decidir no son procesos aislados. La mente, el cerebro y el cuerpo
conforman un sistema integrado en el que las emociones cumplen una
función adaptativa y orientadora.
La hipótesis del
marcador somático nos recuerda que el cuerpo es un interlocutor sabio en
el proceso educativo: cuando un docente aprende a escuchar sus propias señales
—esa ligera inquietud, ese alivio, ese impulso de detenerse—, se vuelve más
consciente, más empático y eficaz.
Y es que educar
desde la emoción no es dejar de pensar; es pensar con todo el cuerpo,
con la razón y con el corazón en diálogo constante.
Glosario
- Emoción: reacción fisiológica automática ante un estímulo.
- Sentimiento: percepción consciente de una emoción.
- Homeostasis: equilibrio interno que permite la
estabilidad emocional.
- Marcador somático: señal corporal que orienta la toma de
decisiones.
- Interocepción: capacidad de percibir los estados
internos del cuerpo.
- Autorregulación: manejo consciente de emociones para
actuar con eficacia.
- Neuroeducación: disciplina que une neurociencia,
psicología y pedagogía.
Referencias
Bechara,
A., & Damasio, A. R. (2004). The somatic marker hypothesis: A neural theory of economic decision. Games and Economic Behavior, 52(2), 336–372. https://doi.org/10.1016/j.geb.2004.06.010
Damasio, A.
(1994). Descartes’ Error: Emotion, Reason, and the Human Brain. Putnam.
Damasio, A.
(1999). The Feeling of What Happens: Body and Emotion in the Making of
Consciousness. Harcourt.
Damasio, A.
(2018). The Strange Order of Things: Life, Feeling, and the Making of
Cultures. Pantheon.
Márquez, M.
R., Salguero, P., Paíno, S., & Alameda, J. R. (2013). La hipótesis del marcador somático y su
incidencia en el proceso de toma de decisiones. Revista Electrónica de Metodología
Aplicada, 18(1), 17–36.
Dunn, B.
D., Dalgleish, T., & Lawrence, A. D. (2006). The somatic marker
hypothesis: A critical evaluation. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 30(2), 239–271.
https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2005.07.001
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