domingo, 12 de octubre de 2025

La Evaluación Formativa y Socioemocional en la Enseñanza Bilingüe: Criterios Aplicados en Tercer y Cuarto Grado de Lengua Castellana

 Resumen

Este artículo presenta una propuesta de evaluación formativa e integral para los grados tercero y cuarto en el área de Lengua Castellana, orientada desde los principios de la literacidad crítica (Freire, 1985; Luke, 2000; Cassany, 2006). Su objetivo es ofrecer a maestras y profesores bilingües estrategias concretas para implementar prácticas evaluativas que integren los contenidos conceptuales, procedimentales, actitudinales y socioemocionales. Se promueve una evaluación que fomente la reflexión, la autorregulación emocional y el aprendizaje colaborativo como base para una educación crítica, humana y transformadora.

Introducción

Evaluar no es simplemente medir conocimientos; es, sobre todo, acompañar procesos de construcción de sentido. En los entornos bilingües, la evaluación adquiere un papel doblemente relevante: no solo orienta el desarrollo lingüístico, sino que también fortalece la conciencia cultural, el pensamiento crítico y las competencias socioemocionales de los estudiantes.

La alfabetización crítica, como señalan Freire (1985) y Janks (2010), implica leer el mundo además de leer la palabra. En este marco, los criterios de evaluación deben integrar no solo los logros cognitivos, sino también las formas en que los niños se relacionan, sienten, piensan y expresan. La verdad es que, cuando la escuela se convierte en un espacio donde se evalúan emociones, empatía y colaboración, se enseña algo más que gramática: se enseña humanidad.

Desarrollo

1. Evaluación en Tercer Grado: Literacidad y Emocionalidad en Construcción

En el tercer grado, los criterios de evaluación proponen una mirada integral sobre el aprendizaje literario y comunicativo. Los contenidos conceptuales incluyen la capacidad de identificar y diferenciar tipos de textos literarios —narrativos, líricos y dramáticos—, así como la comprensión de sus elementos constitutivos. Este proceso, más que memorizar definiciones, busca que el estudiante reconozca las múltiples voces y realidades que habitan los textos (Gee, 2001).

En los contenidos procedimentales, se enfatiza la aplicación práctica: elaborar hipótesis de lectura, analizar relaciones entre texto y contexto, y respetar las normas ortográficas y gramaticales en la producción de textos. Las maestras pueden, por ejemplo, invitar a los estudiantes a reescribir un cuento desde otra perspectiva cultural o dramatizar un poema incorporando emociones personales.

En cuanto a los contenidos actitudinales, la evaluación se centra en la curiosidad, la colaboración y el deseo de mejorar la expresión oral y escrita. Se sugiere observar cómo los estudiantes trabajan juntos, se escuchan, corrigen y celebran los logros del grupo.

Finalmente, las competencias socioemocionales incluyen la empatía, la autorregulación y el respeto por las emociones ajenas. En la práctica, esto significa observar si los niños pueden expresar sus sentimientos sin dañar a otros, resolver conflictos con palabras y usar estrategias como la respiración profunda o el pensamiento positivo para manejar la frustración (CASEL, 2023).

Este enfoque promueve tres modalidades de evaluación:

  • Coevaluación: entre pares, donde se valora el aprendizaje colaborativo.
  • Heteroevaluación: desde la mirada docente, para identificar avances y áreas de mejora.
  • Autoevaluación: donde el estudiante reflexiona sobre su propio proceso, reconoce sus emociones y establece metas personales.

Así, el aula se transforma en un espacio de diálogo, autoconocimiento y crecimiento compartido.

2. Evaluación en Cuarto Grado: De la Comprensión Crítica a la Producción Creativa

En el cuarto grado, la evaluación profundiza en el pensamiento crítico y en la capacidad de los estudiantes para conectar los textos literarios con los medios de comunicación masiva.

Los contenidos conceptuales se amplían hacia la comprensión de los mensajes mediáticos y su influencia en la cultura. Evaluar aquí implica observar si los estudiantes pueden analizar un anuncio publicitario con la misma mirada crítica con que interpretan un poema.

Desde los contenidos procedimentales, se fomenta la elaboración de textos propios —afiches, relatos, dramatizaciones— que integren información de diversas fuentes. Por ejemplo, un grupo podría crear una miniobra teatral inspirada en una noticia o reinterpretar un cuento clásico desde la perspectiva de los medios.

Los contenidos actitudinales valoran la participación, la creatividad y la reflexión ante los textos. No se trata solo de “hacer bien” una tarea, sino de atreverse a pensar, cuestionar y proponer.

En el ámbito de las competencias socioemocionales, se evalúan la empatía, la resolución de conflictos y la apertura a la diversidad. Las maestras pueden promover actividades donde los estudiantes dialoguen sobre emociones que surgen en una historia o reflexionen sobre cómo sus palabras afectan a los demás. Según Goleman (2011), este tipo de aprendizaje fortalece la autoconfianza y la resiliencia comunicativa.

La coevaluación se convierte en un ejercicio de corresponsabilidad: los compañeros reconocen fortalezas y aportes mutuos. La heteroevaluación, por su parte, busca acompañar el proceso, no sancionar. Y la autoevaluación invita a reflexionar sobre la propia evolución como comunicador crítico y emocionalmente consciente.

Conclusión

La evaluación formativa en la enseñanza bilingüe no puede reducirse a calificar resultados; debe cultivar la conciencia crítica y emocional. Tanto en tercer como en cuarto grado, los criterios propuestos apuntan a una formación integral donde el lenguaje es puente entre pensamiento, emoción y cultura.

Cuando los docentes integran la coevaluación, la heteroevaluación y la autoevaluación en su práctica cotidiana, convierten el aula en un laboratorio de empatía y pensamiento crítico. En palabras de Freire (1993), enseñar es un acto de amor y valentía: amar lo que se enseña y creer que cada niño puede aprender desde su propia voz.

Referencias

Cassany, D. (2006). Tras las líneas: Sobre la lectura contemporánea. Anagrama.

CASEL. (2023). Core Competencies Framework. Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning.

Freire, P. (1985). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores.

Freire, P. (1993). Cartas a quien pretende enseñar. Siglo XXI Editores.

Gee, J. P. (2001). Literacy, Discourse, and Linguistics. Journal of Education, 171(1), 5–17.

Goleman, D. (2011). Emotional Intelligence. Bantam Books.

Janks, H. (2010). Literacy and Power. Routledge.

Luke, A. (2000). Critical Literacy in Australia: A Matter of Context and Standpoint. Journal of Adolescent & Adult Literacy, 43(5), 448–461.

 

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