La competencia lingüística en una lengua extranjera es un factor crucial para la integración social, académica y profesional de los individuos. Esta competencia se ve reflejada en la capacidad de utilizar adecuadamente las estructuras gramaticales, lo que facilita la interacción efectiva y el acceso a diversas oportunidades. El análisis de dos textos escritos por un estudiante de español como lengua extranjera (L2), con una diferencia de cinco meses entre ambos, permite evaluar el progreso gramatical del alumno, particularmente en su dominio de los tiempos verbales del pasado. La comparación entre los textos revela información clave sobre las áreas de mejora y las dificultades persistentes.
Análisis del
Primer Texto
El primer texto,
escrito en enero, muestra una serie de errores gramaticales relacionados
principalmente con el uso incorrecto de los tiempos verbales en español. En
cuanto al pretérito perfecto simple (pretérito indefinido), se observan varias
dificultades, como en la frase: "no saqué muchas vacaciones por mi
vida", donde el uso de "saqué" está correcto, pero se podría
haber expresado de manera más precisa, por ejemplo, "no he tomado muchas
vacaciones en mi vida". Asimismo, el estudiante muestra una confusión en
el uso del pretérito imperfecto, como en la oración "viajamos por la noche",
donde el verbo debería estar en imperfecto ("viajábamos"), dado que
la acción no está delimitada en el tiempo y se describe como habitual.
Otro error común es el
uso incorrecto de los verbos irregulares, como en "Aquí el primero
problema empiezó". La forma correcta es "empezó", en el
pretérito perfecto simple, no "empiezó", que correspondería a una
conjugación en presente.
Un error notable es la
expresión "la segunda vez manejemos por la coche de Juan". La forma
correcta es "manejamos", además de que la preposición "por"
no es la adecuada en este contexto. La preposición correcta sería "en",
dado que se refiere al medio de transporte utilizado, no a la acción de pasar
por algo. También se observa la confusión con la palabra "de" en
"tienda de los jóvenes", que debería ser "para los jóvenes"
para indicar finalidad y no pertenencia.
Comparación con
el Segundo Texto
El segundo texto,
escrito en mayo, muestra avances en la competencia gramatical del estudiante,
aunque persisten ciertos errores. En cuanto al uso de los tiempos verbales, se
observa una mayor precisión en la conjugación del pretérito
perfecto simple y pretérito imperfecto. Por ejemplo, en la frase "El se llamó Iker", el
uso del verbo "llamó" es adecuado, ya que se refiere a una acción
concreta en el pasado. Sin embargo, persisten errores como el uso de
"íbamos" en un contexto que requiere el subjuntivo, y la falta de
concordancia entre los sustantivos y los adjetivos, como en "un amigo
mio", que debería ser "un amigo mío".
En cuanto a los verbos
reflexivos, como en "le asustó", el estudiante los utiliza
correctamente, aunque algunos verbos irregulares, como "gustó" o
"asustó", aún presentan errores de conjugación, como
"gustarme" en lugar de "gustó", lo que indica que el
estudiante sigue luchando con las conjugaciones verbales irregulares. A pesar
de estos errores, la estructura general del segundo texto es más coherente y
fluida que la del primero, lo que demuestra un avance en la competencia
gramatical.
Evaluación del
Nivel del Estudiante
Según los descriptores
del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER), el
estudiante parece encontrarse en el nivel A2, que corresponde a un
"usuario básico" de la lengua. Este nivel se caracteriza por la
capacidad de producir textos simples y breves relacionados con necesidades
inmediatas, aunque con errores frecuentes en la conjugación verbal y en la
concordancia de los tiempos verbales. El estudiante muestra una habilidad
básica para comunicarse, pero su competencia en la gramática aún requiere de
mayor refinamiento.
Cassany et al. (1994)
señalan que la gramática no solo sirve para estructurar correctamente las
frases, sino también como un instrumento esencial para el pensamiento y la
reflexión. Este aspecto se refleja en los errores de los textos, donde el
estudiante aún no ha internalizado completamente las estructuras gramaticales
complejas, como la distinción entre el pretérito perfecto simple y el
imperfecto, ni la concordancia entre sustantivos, verbos y adjetivos. Sin
embargo, los avances evidencian que la exposición continua a la lengua y la
interacción en un entorno hispanohablante están contribuyendo
significativamente a la mejora de su competencia lingüística.
Conclusión
En conclusión, el
análisis de los dos textos revela un avance notable en la competencia
lingüística del estudiante en los cinco meses transcurridos. A pesar de que
persisten algunos errores, especialmente en los tiempos verbales y la
concordancia, el estudiante ha mostrado una capacidad creciente para utilizar
la lengua de manera más adecuada. Estos avances son indicativos de que, con más
práctica y exposición, el estudiante alcanzará un dominio más sólido de las
estructuras gramaticales del español, lo que mejorará su capacidad para
comunicarse con mayor eficacia y precisión.
Referencias:
Cassany, D., et al.
(1994). La lengua y la escritura en la educación (2a ed.). Graó.
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