Introducción
El proceso educativo orientado al desarrollo de
competencias debe estar basado en la coherencia y articulación de los
conceptos, lineamientos curriculares, objetivos y fines de las diversas áreas
del conocimiento. Este enfoque busca promover el desarrollo integral de los
estudiantes, considerando sus necesidades, intereses y contextos. La enseñanza
y el aprendizaje de competencias son procesos interdisciplinarios que, de
manera gradual, permiten a los estudiantes adquirir conocimientos y habilidades
a lo largo de su formación.
El enfoque metodológico debe centrarse en la
identificación de las necesidades de los estudiantes, proporcionando
estrategias que fomenten su motivación y participación activa en el proceso de
aprendizaje. El aprendizaje de un idioma extranjero, por ejemplo, no solo es
una herramienta para el desarrollo cognitivo, sino que también facilita el
crecimiento personal, social y profesional del individuo. Este proceso va más
allá de la adquisición de una lengua; implica también la integración de valores
fundamentales como la convivencia, el pluralismo, la tolerancia y el respeto
por la libertad, los cuales se viven y aplican al interactuar en un idioma
distinto.
El aprendizaje de un segundo idioma es fundamental
para el desarrollo intelectual, ya que implica la adquisición de nuevos
esquemas, reglas y conceptos. Además, contribuye al fortalecimiento de valores
como el respeto y el orden, que son esenciales tanto en el ámbito académico
como en la vida cotidiana. El dominio de una lengua extranjera no solo abre
puertas en el ámbito científico y tecnológico, sino que también permite al
estudiante entrar en contacto con diversas expresiones culturales, enriqueciendo
su visión del mundo. Este conocimiento, a su vez, fomenta un mayor sentido de
pertenencia y comprensión de su identidad nacional, al tiempo que fortalece su
capacidad para defender el patrimonio cultural y territorial.
Justificación
En un mundo globalizado, el dominio de una lengua
extranjera se ha convertido en una herramienta indispensable para reconocer y
participar en la interculturalidad. La enseñanza del inglés, en particular,
desde un enfoque funcional y comunicativo, permite a los estudiantes acceder a
una amplia variedad de oportunidades laborales y educativas. Además, favorece
el desarrollo de habilidades que mejoran la calidad de vida, proporcionándoles
la capacidad de entender y hacerse entender en un contexto global.
Este enfoque funcional del aprendizaje de idiomas no
solo se centra en la adquisición de vocabulario y gramática, sino en el
desarrollo de habilidades lingüísticas integradas: escuchar, hablar, leer y
escribir. Estas habilidades no solo son herramientas de comunicación, sino que
permiten a los estudiantes transformar su realidad mediante el análisis y la
reflexión crítica del contexto en el que viven. A través del estudio de un
idioma extranjero, los estudiantes no solo aprenden una nueva lengua, sino también
un nuevo modo de interactuar con el mundo, lo que les permite desenvolverse de
manera efectiva en un entorno diverso y multicultural.
Objetivos
Objetivos Generales
- Adquirir una
comprensión profunda de los elementos constitutivos del idioma extranjero,
para que los estudiantes lo utilicen con eficacia y corrección.
- Desarrollar la
capacidad de expresión verbal, tanto oral como escrita.
- Fomentar el
desarrollo de las cuatro habilidades lingüísticas, considerando que la
lengua está estrechamente vinculada con la realidad y el pensamiento.
- Ampliar el
vocabulario de los estudiantes para que comprendan lo que escuchan y leen,
y se expresen con precisión y claridad al hablar y escribir.
- Utilizar el idioma
extranjero como herramienta de comunicación, expresión personal y
pensamiento crítico.
Objetivos Específicos
- Capacitar a los
estudiantes para que se expresen oralmente de manera clara, lógica y
concisa, con una correcta pronunciación, entonación e intensidad vocal
adecuada.
- Desarrollar la
capacidad de escucha activa, análisis y expresión de opiniones.
- Fomentar una
conciencia analítica, crítica y reflexiva a través de la interpretación y
producción de textos.
- Fomentar la
interpretación crítica de mensajes en lengua extranjera, así como de
símbolos y señales utilizados en diversas áreas de conocimiento.
- Guiar a los
estudiantes para que construyan su propio aprendizaje mediante la
comprensión y producción textual.
- Reconocer los
elementos de la estructura lingüística del idioma extranjero,
estableciendo relaciones en base a la función semántica del lenguaje.
Conclusión
El desarrollo de competencias lingüísticas no solo
permite la adquisición de un nuevo idioma, sino que promueve un crecimiento
integral de los estudiantes. Este proceso está fundamentado en la interacción
constante entre los individuos y su entorno, lo que les permite transformar su
realidad a través del conocimiento. La enseñanza de una lengua extranjera, más
allá de ser un simple ejercicio académico, fomenta el respeto, la tolerancia y
la comprensión intercultural, valores fundamentales en un mundo cada vez más
globalizado.
Referencias
González, P. (2015). La enseñanza de idiomas y su
impacto en la formación integral del individuo. Ediciones Académicas.
Torres, A. (2017). Enfoques y estrategias
metodológicas en la enseñanza de lenguas extranjeras. Universidad de
Salamanca.
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